Una de las mayores características de los gatos son sus afiladas uñas. En total, estos felinos tienen 18 uñas (cinco en cada extremidad delantera y cuatro en cada una de las traseras) y, al igual que las uñas de los humanos, crecen continuamente.

Ésta es una de las razones por las que los gatos “arañan” o rascan superficies, para afilarlas o desgastarlas y mantenerlas bien cuidadas. Además, al rascar, los gatos depositan feromonas (unas marcas de olor que solo ellos pueden detectar que les indican que se encuentran en territorio conocido). También les sirven para rascarse, escalar, tonificar los músculos a la hora de estirarse, sujetar los juguetes o a las presas durante la caza y para relajarse.

En ocasiones, cuando juegan con sus amigos humanos también las sacan y pueden provocarles dolor, como es el caso de este niño asiático que fue arañado en la cara por su propia mascota. En la imagen se aprecia cómo le deja marcado su pómulo derecho con tres de las uñas.

niño arañado

Su cara está completamente roja y, aunque probablemente si se hubiera tratado de otro niño se habría alejado de su gato e incluso podría haber provocado que a partir de ese momento le tuviera miedo a los animales, lo cierto es que la respuesta de este chico dejó a su familia con la boca abierta.

Solución a los arañazos

El niño fue a la cocina y cogió un cubo de plástico y se lo puso en la cara. A continuación, cogió al gato y decidió seguir jugando con él como si no hubiera pasado nada. La cara extraña del felino ha sido muy comentada en las redes sociales, al igual que la ingeniosa arma que ha encontrado el niño para que no le dañe más.

Un título que ha provocado que sea viral

A las dos fotos le acompaña un emotivo texto que ha provocado que la historia sea viral: "A pesar de que me has hecho daño, todavía encuentro formas de estar contigo". 

Y es que por mucho que tu mascota tenga algún gesto "violento", sabes que jamás lo haría para hacerte daño.