Mercedes-Benz tendrá baterías con ánodos de silicio en su futuro Clase G

Los ánodos de silicio, los electrodos que componen las baterías de iones de litio que utilizan los coches eléctricos junto a los cátodos, brindan una mejora de hasta un 20 por ciento en la eficiencia energética respecto a los mejores actuales cuando se reemplazan los ánodos de grafito.

También pueden permitir una carga más rápida o reducir bajos los costos del producción al reducir la cantidad de celdas necesarias para conseguir la misma distancia de autonomía. “Si tiene un vehículo que tiene 1000 celdas y aporta un alcance determinado, cuando cada batería almacena un 20 por ciento más de energía, puede reducir de 1.000 celdas a 800 celdas. Ahora el vehículo es más ligero y más barato de fabricar”, dice Gene Berdichevshy, el CEO de Sila.

Esta empresa con sede en Alameda (California) está produciendo ya suficientes ánodos de silicio para medio millón de vehículos eléctricos y, ahora, este ex-ingeniero de Tesla ha obtenido el respaldo de Mercedes-Benz, para aumentar su capacidad de producción con una nueva planta del estado de Washington. A tenor de lo que puede aportar el uso de sllicio en lugar de grafito, el objetivo está claro: más eficiencia y, eventualmente, baterías más baratas. Todo sin comprometer ni la seguridad ni otros parámetros de rendimiento.

Mercedes incorporará, por primera vez, este tipo de baterías a su Clase G a mediados de esta década, lo que permitirá a la marca contar con una tecnología más innovadora en sus productos. Así, a nivel celda, podrá disponer de hasta 800 Wh/l de densidad energética