La familia Seat León recibe un nuevo miembro, anunciado, pero pendiente de comercializarse hasta ahora: se trata de la 1.5 TGI de 130 CV y adaptada tanto para usar gasolina como gas natural comprimido.
Para esto último, esta versión TGI cuenta con tres depósitos de GNC con una capacidad de 17,3 kg, lo que puede llegar a proporcionarle una autonomía con este combustible de 440 km. Automáticamente, cuando se agotan estos depósitos, el motor cambia a utilizar gasolina, para lo que dispone de un depósito de 9 litros que, por tanto, oficia de reserva.

En la anterior generación la capacidad de los depósitos de gas era algo menor, 15 kg; pero la del depósito de gasolina muchísimo mayor, con 50 litros. No obstante, el nuevo TGI puede hacer casi 600 km antes de agotar sus dos combustibles.
El Seat León 1.5 TGI funciona con un ciclo de combustión Miller, con un consumo mínimo de 3,7 kg/100 km.
Este nuevo motor está disponible tanto con carrocería berlina como familiar, la primera con cambio manual o DSG de siete velocidades, la Sportourer sólo con esta última aunque, en un futuro, también tendrá la manual de seis marchas. Ambas carrocerías están disponibles con los acabados Style, Xcellence y FR, con un precio que arranca de los 26.250 euros antes de la aplicación de descuentos y es muy parecido al de su homólogo 1.5 TSI de la misma potencia.

El proceso de repostaje del GNC es sólo un poco más lento que de la gasolina. La boca de ambos depósitos se sitúa bajo la misma portilla.
La gama TGI queda así integrada, además de por el León, por el Ibiza 1.0 TGI y Arona 1.0 TGI, todos ellos con la ventaja de utilizar un carburante de menor precio que la gasolina: 0,845 euros/kg.
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