El primer ministro libanés, Saad Hariri, revocó ayer su dimisión, anunciada el pasado 4 de noviembre desde Arabia Saudí, y aseguró que permanecerá en el cargo después de haber alcanzado un acuerdo con sus socios de Gobierno, con lo que pone fin de esta forma a la crisis política creada en el Líbano.
Hariri anunció su decisión tras una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, que le "agradeció (...) haber reconsiderado su dimisión", según un comunicado leído por el propio primer ministro.
Durante la sesión, todas las fuerzas políticas que integran el Gobierno de coalición libanés, incluido el grupo chií Hezbolá (aliado de Irán), se comprometieron a disociarse de los conflictos regionales.
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