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Mundo

La intimidad presidencial bajo los focos

  • Las supuestas fotografías de Hollande con una actriz sacuden Francia.

La vida privada del presidente francés, François Hollande, acaba de ser de nuevo expuesta al mundo en la prensa, a la que el jefe del Estado felicitará el año el martes, una formalidad que esta vez adquiere una enorme expectación. La bomba mediática lanzada el jueves por la noche por una revista del corazón con supuestas fotografías que, según el medio, demuestran una relación sentimental del presidente con la actriz Julie Gayet es un nuevo capítulo de una serie que no debe sorprender a los franceses: los asuntos de alcoba de la jefatura del Estado.

En el caso de Hollande no es materia novedosa: su relación con la periodista Valérie Trierweiler, sin vínculo matrimonial entre ambos, ya influyó de manera importante en el inicio del mandato presidencial cuando ella difundió en un tuit un mensaje retador contra la anterior compañera sentimental del político socialista, Ségolène Royal.

La presidencia "normal" anunciada por Hollande, por contraposición a una "hiperactiva" presidencia atribuida a su predecesor, el conservador Nicolas Sarkozy, mantiene efectivamente un nivel de normalidad desde el punto de vista de la exposición pública reciente de la vida íntima del jefe del Estado. Así fue precisamente con Sarkozy, cuya relación con la ex modelo y cantante Carla Bruni invadió desde los primeros pasos de su presidencia una acción oficial en la que el presidente alimentó la atención de los medios de comunicación, ya curiosos por saber cómo cambió de pareja el expresidente.

En las últimas décadas la presidencia francesa se ha caracterizado no precisamente por la preservación de la intimidad. Charles De Gaulle era un guardián celoso de su intimidad; de George Pompidou se conoció algún escarceo y respecto a Gircard D'Estaing sus inclinaciones extramatrimoniales se publicaron como eco de lo que decía la prensa extranjera.El cambio llegó con el socialista François Mitterrand, como hoy se recuerda a propósito del asunto que pone los focos sobre la vida privada de Hollande: la revista Paris Match publica en 1994 fotografías de la hija ilegítima del presidente, Mazarine, y comienza ciertamente lo que en Francia ya se conoce como la "peoplelisation", o vulgarización en la prensa del corazón, de los asuntos de Estado.

Con el conservador Jacques Chirac los medios franceses divulgan ya con menor pudor noticias que difunden el "gusto por las mujeres" de un presidente al que además se le llega a adjudicar un hijo secreto en 1996 (rumor no probado), pero todavía no hay nombres de personas, los eventuales "líos" del jefe del Estado no son identificados.

Hollande conecta así con una práctica por lo tanto no general durante la V República pero sí acentuada con los últimos presidentes del país.

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