Cantos lorquianos con guitarra

Entre los coros de aficionados de Sevilla, CODICE (sic, pues es sigla de Coro de Directores de Coro de España) presta especial atención a la música contemporánea. Esta nueva sesión del Festival de Guitarra la arrancó con la Suite Lorca de 1973 del finlandés Einojuhanni Rautavaara, cuatro miniaturas de notable intensidad y un lenguaje muy personal que culmina en la Malagueña (“la muerte entra y sale de la taberna”) con recreación de guitarras, lo que justificaba su presencia en el festival y dio entrada a Amelia Marín, que participaría ya en las otras tres obras del programa.

En primer lugar, en dos piezas de dos jóvenes alumnos de apenas veinte años, Carlos Díaz Gómez y Kiko Jiménez Becerra, meros ejercicios académicos, casi escolásticos, que parecieron muy influidos por los actuales maestros de la música coral nórdica.

Después con la obra más extensa del concierto, el Romancero gitano, partitura de madurez del sefardí Mario Castelunovo-Tedesco, tan preocupado siempre por la guitarra, que pone aquí música a siete poemas de Lorca en los que Marín, amplificada innecesariamente, mostró limpieza articulatoria y una impecable musicalidad en el manejo del tempo en sus pasajes solísticos. En los acompañamientos cumplió sobradamente poniendo soporte a una formación coral que mostró un correcto empaste, un trabajo algo primario en los contrastes dinámicos (esenciales en esta música) y una irregularidad muy notoria en sus solistas.

El Festival continuó luego en el Espacio Turina con la actuación del guitarrista flamenco Alejandro Hurtado.