El baile de Jairo Barrull cierra los 'Jueves Flamencos' de primavera

Es el baile el que abrió y el que cierra el ciclo de primavera de los Jueves Flamencos, la más señera programación jonda que se mantiene en Sevilla de manera permanente. Es también el baile el que mejor funciona en la taquilla de este ciclo que dirige Manuel Herrera y es el baile, al fin, lo que mejor saben entender los que, sobre todo fuera de España, por primera vez se acercan a este arte. De todo esto se habló en la presentación del recital que mañana ofrecerá en la sala Joaquín Turina Jairo Barrull, sevillano del 83 nacido en la Macarena pero moronero en su arte. El bailaor, residente en Londres desde hace cuatro años, donde compagina su carrera por teatros y festivales de todo el mundo con clases a "los hijos de inmigrantes españoles y a los de amantes de nuestra cultura", apunta el intérprete, es el último de los ocho espectáculos programados en el ciclo de primavera, que, pese a los recortes y augurios, "se mantiene el próximo otoño", confirmó Antonio Cáceres, de la Fundación Cajasol. "La ocupación ha sido del 86% y tenemos 118 abonados, que para un aforo de 450 butacas está muy bien", valora Cáceres, que apunta además que el "éxito" de este programa se asienta en tres pilares: "la programación diseñada por Manuel Herrera, el esfuerzo que hacen los artistas [para ajustar su caché] y en el público, que respalda las propuestas".

Celebra Jairo Barrull, por tanto, la oportunidad de regresar a Sevilla, tras tres años ausente de sus escenarios, y, sobre todo, la vuelta a la Joaquín Turina, donde se presentó con su padre, Ramón Barrull, y su prima Juana Amaya, y teatro al que regresó para, a la muerte de su padre, rendirle tributo "a un flamenco representante del baile gitano, macho, varonil, de raíz" y la persona que le inculcó como "única fuente" todo lo que sabe en el baile. Porque para Barrull, eslabón de una estirpe en la que brilla el arte de Diego del Gastor, su padre "creó una forma de bailar, sobre todo en el zapateado de fuerza, de rapidez" del que han bebido "muchos otros" bailaores.

Para escenificar esa raíz, Barrull se acompañará del cante y compás de Juan José Amador, Moi de Morón y El Galli y a los Hermanos Iglesias al toque en un recital en el que interpretará, entre otros estilos, la seguiriya, palo que tiene, dice, "muy interiorizado", acaso porque es un reto ante el que se mide mientras disfruta como solista en el escenario.