Se podrá opinar lo que se quiera del tipo de cultura que promueve la MTV, pero no, desde luego, dudar de su formidable capacidad para generar momentos espectaculares; por algo fue esta cadena de televisión la ya remota acuñadora del actual modelo basado en el impacto visual y los episodios virales. Y lo volverá a demostrar la noche de este domingo en Sevilla, en la gala de entrega de sus Premios Europeos en Fibes, que pondrá el televisado broche a un intenso fin de semana de conciertos y actividades en la ciudad. La ceremonia se despedirá con un homenaje de alto voltaje emocional a Liam Gallagher, premio Rock Icon de esta edición, que interpretará para la ocasión Wonderwall, uno de los apoteósicos éxitos globales de los mejores años de Oasis, de tan abrumador alcance que la expresión himno sentimental casi se antoja insuficiente.

El carismático y habitualmente belicoso cantante de Manchester estará arropado en el escenario de Fibes, en el momento culminante de la gala, por un coro de alrededor de cien personas, seleccionadas todas ellas en un cásting llevado a cabo por una agencia de publicidad contratada por la MTV. Entre esas personas estará, perfecta y elegantemente trajeado (a todos les han pedido las medidas y la talla de calzado y les han instado a estudiarse la letra de la canción), Antonio Morales, algecireño de 19 años que estudia Comunicación Audiovisual en Sevilla y amante de la música de Oasis, bromea, "desde prácticamente antes de tener uso de razón".

"Ha sido por un golpe de suerte", cuenta. "En un grupo de WhatsApp una amiga comentó que se había enterado de que iban a hacer ese cásting y dejó un correo. Probé suerte sin mucha esperanza, pero a las dos horas me respondieron para decirme que estaba preseleccionado, que enviase mis medidas y un par de fotos. Y me cogieron", relata Antonio, que tendrá la "increíble oportunidad" de cantar en el escenario de Fibes muy cerca de Liam Gallagher, uno de sus ídolos. Lógicamente, nadie cuenta con ver por allí a Noel, siempre atareados los dos hermanos en la escritura del serial de furiosos sainetes de odio y rencor que coprotagonizan desde hace muchos años, un Sálvame familiar ya desgraciadamente casi tan clásico como las canciones con las que ambos pusieron el mundo a sus pies en los años 90.

"También me gusta muchísimo Don't look back in anger", puntualiza Antonio. "Pero Wonderwall es una canción que significa mucho para mí. Es como un golpe de realidad, un recordatorio de que todos tenemos una especie de ángel de la guarda para cuidarnos y llevarnos de la mano por el camino a veces tortuoso de la vida", reflexiona este repentino corista de la superestrella mancuniana, que junto a los demás entusiastas de Oasis que cantarán esta noche están citados hoy en Fibes a las nueve de la mañana para ensayar al milímetro la pieza.

Damos por seguro que habrá otros momentos que darán que hablar, carne de trending topic, likes y encomio superlativo –no en vano actuarán también en la gala, que se sepa, Rosalía, que vive de esta clase de momentos de hipertrofia mediática, Dua Lipa o Becky G–, eso sin contar con las sorpresas que la organización se guardará en la manga hasta. Pero la última palabra, el último eco que reverbere en el auditorio de Fibes y en las televisiones de millones de espectadores en todo el mundo, será el de Liam Gallagher y ese centenar de entregadas gargantas.