Sevilla logra de nuevo la Lámpara Minera gracias a Miguel Ortega

El cantaor palaciego Miguel Ortega ha sido el ganador de la 50ª Lámpara Minera, máximo galardón que concede el más importante de los concursos de la geografía jonda, el Festival Internacional del Cante de las Minas. Ortega (Los Palacios, 1975) se impuso en La Unión en la madrugada del sábado al domingo sobre la granadina Ana Mochón, la única de los seis cantaores que participaron en la final, junto con Ortega, que concursaba en el apartado de mineras. Miguel Ortega obtuvo también los premios por cartageneras y seguiriyas, embolsándose en total, con su participación en el festival, la cantidad de 26.000 euros. Mochón por su parte ha obtenido, a sus 15 años, el segundo premio por mineras y el primero por tarantas, malagueñas y bulerías por lo que recogerá en total 10.000 euros en premios.

En el apartado de guitarra ha sido otro sevillano, Francisco Moncayo, alias Gastor de Paco, el ganador del Bordón Minero, dotado con 6.000 euros. Nacido en Morón de la Frontera y nieto de Paco del Gastor, el guitarrista ofreció en la final dos toques plenos de compás, marca de su casa tocaora, aunque a sus 17 años se le notan inquietudes armónicas ajenas a la tradición familiar y un virtuosismo impropio de su edad. Moncayo dedicó su premio a su abuelo, presente en el Antiguo Mercado de La Unión.

Ortega, por su parte, ofreció un recital tenso, adaptando a su estilo cantaor nervioso los cantes por mineras tal y como los definió el cantaor unionense Pencho Cros. Por cartageneras optó por el estilo barroco de Chacón que él hizo a su manera, siendo la seguiriya lo mejor de su actuación. El cantaor dedicó el premio "a un buen amigo, fallecido hace unos meses" y declaró que la obtención de la Lámpara Minera es "la culminación de un sueño". Espera que la Lámpara de un espaldarazo a su carrera como cantaor "palante" que acaba de iniciar con la publicación de un disco titulado Una mirada atrás. De hecho, Ortega es un reputado cantaor para el baile al que pudimos ver en estas mismas tablas del Antiguo Mercado de La Unión hace unos días con el Ballet Nacional en el espectáculo Café de Chinitas que abrió las galas. Pertenece también a las compañías de Vicente Amigo y Javier Barón y ha trabajado con Paco Cortés y Miguel Ochando entre otros.

Por otra parte, el bailaor gaditano Jesús Fernández ha logrado el trofeo el Desplante valorado en 10.000 euros, quedando en segunda posición Francisco Hidalgo (6.000 euros).

Asimismo, el premio al mejor Instrumentista Flamenco, dotado con 7.000 euros, ha recaído en Abdón Alcaraz. El pianista murciano ha conseguido alzarse con el máximo trofeo después de quedar el año pasado a las puertas. El segundo premio, dotado con 3.500 euros, lo ha conseguido el flautista Oscar Gómez Calatayud.

Por último, el premio a los jóvenes cantaores ha recaído en la cordobesa de 23 años Inma de la Vega. Y el galardón por soleares, dotado con 4.500 euros, lo obtuvo José Manuel Segovia, José Cortés Canela.

Se cierra de esta manera, brillantemente, una de las ediciones más emotivas del festival unionense, que cumplía este año sus 50 de vida, celebración que contó para las galas con la presencia, entre otros, de Israel Galván y Paco de Lucía. Con motivo de tan redonda cifra se ha celebrado este año en La Unión el I Congreso Internacional de los Cantes de las Minas, al margen de otras actividades como el rotular una de sus calles con el nombre de Miguel Poveda o entregar el Castillete de Oro, máximo reconocimiento del festival, al cantaor Enrique Morente. Con todo ello, lo mejor del festival, una vez más, ha sido la respuesta del público, que ha atestado el aforo del Antiguo Mercado, tanto en las galas como en la final del concurso, y que ha poblado las calles y los aires de La Unión de sabores flamencos con veladas jondas que todas las noches se alargaban hasta la llegada de la aurora. Un festival en el que se vive intensamente el flamenco y en el que los artistas se mezclan de forma natural, en sus calles y terrazas, con los aficionados.