"Todas estas canciones las he tocado con las palmas de las manos"

Le interesa lo real, lo auténtico. Por eso, el compositor Pablo López moldea su primer disco con "canciones, todas ellas" que ha tocado "con las palmas de las manos". Historias reales teñidas del blanco y negro de las teclas. Once historias y un piano (Universal).Un disco real, auténtico, orgánico con el que el malagueño, cuyo rostro se hizo popular en 2008 en el televisivo concurso Operación Triunfo, vuelve a abrazar el mundo de la música desde otra perspectiva. La suya, exclusivamente, la suya.

"Soy el mismo loco de ayer con las mismas ganas de volver a tocar otra vez", frasea el malagueño en Dónde, uno de los temas de este disco con el que llega el próximo día 20 a Cádiz para arrancar su gira (en Córdoba el día 21 y en Málaga el 27) y del que hoy firmará copias en el Mediamarkt de Alcalá de Guadaíra, a partir de las 18:30. "Es una declaración de intenciones -reconoce el autor sobre su composición- pues, aunque a veces no esté bien desvelar de qué va una canción para que la gente pueda jugar con la imaginación, es innegable que en Dónde a quien le estoy cantando es a la relación casi sentimental que tengo con la música. A veces me encuentro con ella, y le digo sí, sí, que soy el pesadilla del piano y no se me quitan las ganas de seguir tocándote, tratándote aunque tú me pegues palos de vez en cuando".

Porque, aunque el gran público le hubiera perdido la pista, tras su salida de OT y posteriores giras con el resto de concursantes, López ha seguido tocando "en muchos garitos", ha seguido "pagando mi alquiler y llenando la nevera tocando en directo", asegura el músico, para el que el concurso televisivo "fue como un parque de atracciones", un lugar "donde pasas muy buen rato" pero "que no deja huella, no deja herida". "Saboreé muchos regalos, pero regalos virtuales, que no te pertenecen", opina el intérprete que vence el prejuicio y su etiqueta de extriunfito "a base de buenas canciones".

Canciones que compone con "el piano, en casa y a solas". "No soy nada metódico, ni nada disciplinado, no lo era ni en el Conservatorio", ríe Pablo, que atesora una sólida formación clásica (armonía, solfeo, música de cámara y hasta sexto grado de piano) y mucho apego "a la tendencia armónica británica". "De hecho, ahora estoy viviendo una época muy guiri, estoy volviendo a escuchar las influencias más grandes que tengo, Supertramp, Billy Joel, McCartney, Queen, Pink Floyd...", confiesa.

Ahora, a Pablo López le toca reencontrarse con su público con este primer disco bajo el brazo. Con mucha "ilusión" y con ganas de "cumplir las expectativas de los que han apostado por mí", asevera. "Todo lo que venga luego es un regalo", agradece.