El artista plástico Carlos Rojas-Redondo nos plantea una pregunta: ¿qué significa ser mujer?

Exposiciones

El creador andaluz regresa a Sevilla con la exposición '¿Soy la mujer que quiero ser?', propuesta en la que se reflexiona acerca del rol de la feminidad en nuestro presente y en nuestra historia

La muestra podrá visitarse hasta el próximo 21 de noviembre en la sede de la Fundación Caja Rural del Sur

Carmen Laffón y la mirada de una sanluqueña adoptiva enamorada de Doñana

El artista Carlos Rojas-Redondo, junto a un cuadro de la exposición
El artista Carlos Rojas-Redondo, junto a un cuadro de la exposición / Juan Carlos Vázquez

Hay creadores que están en la montaña del sermón y hay creadores que están en la montaña de lo reflexivo. Los primeros son muy pesados y nunca descansan con sus dogmas preconcebidos; los segundos, si la cosa va bien, son más interesantes, y si no son interesantes pues siempre son prudentes. No es poco.

El artista plástico Carlos Rojas-Redondo, andaluz, premiado, doctor en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, pertenece al grupo de los creadores que prefieren la pregunta a la respuesta. Tiene mérito. Es mucho más difícil preferir la pregunta a la respuesta. Es mucho más difícil llegar a la pregunta que llegar a la respuesta. Para llegar a la respuesta no se necesita un doctorado. Ni dejar obra en universidades –Jaén y Loyola Andalucía-. Ni dejar obra en iglesias –de Úbeda-. Para llegar a la pregunta, sí. Para llegar a la pregunta es necesario ese cansado camino de lecturas y de trabajos.

Rojas-Redondo, de todas las preguntas que puede hacerse un creador, ha elegido para su última exposición la de qué significa ser mujer. La propuesta, titulada ¿Soy la mujer que quiero ser?, reúne un trabajo de más de dos años. Tiempo en el que este pintor y profesor andaluz ha ido construyendo su discurso, sustancioso, y su expresión, arriesgada, propia y compleja, con su estofado de pan de oro –técnica que no funciona como “adorno” sino como elemento clave de lo que aquí se quiere contar. Luego lo explicamos-.

La muestra, indica el autor, “nace de una inquietud” que se traduce en “mirar a la mujer no como un tema aislado, sino como un eje central de nuestra historia, de nuestra sociedad y de nuestras vidas cotidianas”. “Cada una de las obras que componen esta serie están inspiradas en corrientes filosóficas que abordan un discurso de género tomando como referencia a Simone de Beauvoir y Judith Butler. Cada obra pretende ser una pregunta sobre el rol de la mujer, sobre los conflictos que enfrenta en la vida actual, sobre los avances logrados y las luchas que aún permanecen”, añade.

Una obra que busca “un espacio de reflexión compartida”

Carlos Rojas-Redondo, con la influencia de Simone de Beauvoir y de Judith Butler, representa a la feminidad como un “hecho cultural y social” y no como un “hecho biológico”. Es decir: la mujer decide quién quiere ser, cómo construye su vida, cuáles son sus referentes, cuáles son las regiones de su identidad. “La mujer es quien decide el punto de partida y hasta dónde quiere llegar”, nos explica el artista. “Se hace y no es”, afirma.

En la sala de exposiciones de Caja Rural de Sur –situada en la calle Murillo, un nombre oportuno- observamos estas dos ideas, ejes de la muestra, además de una serie de escenas en las que Rojas-Redondo proyecta diferentes cuestiones que afectan a la mujer de hoy: ¿elijo ser madre o dedico ese tiempo de la maternidad a mi vida profesional? ¿Dónde encontrar referentes generacionales, cercanos, si mis abuelas o madres fueron educadas en valores opuestos?

Una visitante contempla una de las obras expuestas.
Una visitante contempla una de las obras expuestas. / Juan Carlos Vázquez

Todas las mujeres de estas obras de Rojas-Redondo interpelan al público. Todas miran al visitante en una actitud que nos invita a seguir formulando preguntas, a seguir en esta tarea de la reflexión. “La mujer que se mire en estas mujeres [de cada cuadro] quizá se cuestione lo siguiente ¿soy la mujer que quiero ser? ¿Puedo hacer algo para ser otra cosa? ¿Me he limitado a seguir los patrones que me marca la sociedad para ser mujer? ¿Puedo buscarme herramientas para ser de otra manera? ¿O quizá no doy el paso? ¿No tengo la fuerza suficiente?”. Son interrogantes, aclara Rojas-Redondo, con los que se busca “la acción”. “A través de la memoria –de esa historia de la mujer- quiero propiciar la acción”, es decir, un razonamiento, una idea, un debate. El pintor andaluz pretende en esta exposición “generar un espacio de reflexión compartida, una invitación al diálogo”.

Un virtuosismo técnico, una labor “paciente y tediosa”

Carlos Rojas-Redondo concibe la creación como una suma “orgánica y coherente” entre lo conceptual y lo visual. “No me interesa una obra visual sin una parte conceptual que la sostenga”, apunta. Nada es por tanto arbitrario en las técnicas y materiales empleados en estos cuadros de la exposición ¿Soy la mujer que quiero ser?. Todo tiene su motivo.

El pan de oro, que sirve de fondo a las obras de la muestra, es metáfora “de la jerarquía”, nos explica el pintor, pues esa luminosidad de lo dorado alude a lo sacro, a las divinidades, al poder. El oro es aquí símbolo de ese poder que ha atribuido a la mujer un papel “pasivo” en la historia –otra vez Beauvoir-. Pero a su vez, el pan de oro remite a la luz. A esa luz que acompaña a estas mujeres “de acción” que fracturan convencionalismos sociales, desigualdades. Que rompen con el discurso misógino heredado.

Cada figura, cada mujer de estos cuadros, es el resultado de numerosas incisiones sobre un temple que el pintor aplica al pan de oro. Miles de cortes, de pequeñas hendiduras, que dan volumen a la forma, a la imagen de estas mujeres. Un virtuosismo técnico y una labor “paciente y tediosa” –así lo define Rojas-Redondo- que se podría interpretar como un equilibro entre la abstracción y lo figurativo. “Si te acercas son sólo líneas y cortes, pero si te alejas percibes, nítida, a la protagonista”. A estas mujeres que se “hacen en la práctica” y cuyo futuro –lo advierte de nuevo Butler, nos lo recuerda Carlos Rojas-Redondo- sólo está condicionado por sus decisiones, por su palabra, por su discurso.

stats