La calabaza se convertirá en carroza para recibir a Cenicienta en Madrid

El musical, producido por Stage Entertainment ('El Rey León', 'Aladdín'), llegará al Teatro Coliseum el 3 de octubre

El acento andaluz se despliega en el musical 'Cenicienta'

El musical de la 'Cenicienta' llegará a Madrid en octubre

Quien no ha soñado con pronunciar las palabras mágicas "Salacadula Menchicabula / Bíbidi Bóbidi Bu", dar un ligero golpe de varita y transformar lo que no nos gusta en algo mejor. Más bello, más elegante o simplemente más amable. Este hechizo que tiene el poder de convertir los sueños en realidad se pronunciará cada noche en Madrid a partir del 3 de octubre gracias al musical Cenicienta. Se trata de la nueva apuesta de la productora Stage Entertainment que renueva su calendario de espectáculos en la Gran Vía, avenida en la que sigue gobernando El Rey León. La clásica -mejor dicho, renovada- princesa recogerá el testigo de Aladdín, cuya última función en el Teatro Coliseum tendrá lugar el próximo 20 de julio.

La versión que aterrizará en Madrid beberá directamente de la Cenicienta que idearon el compositor Richard Rodgers y el letrista-dramaturgo Oscar Hammerstein II, dupla conocida en el mundo de los musicales como Rodgers + Hammerstein. Una obra que se llevó en 1957 a televisión con una maravillosa Julie Andrews en el papel protagonista. Le siguieron otras adaptaciones -también para la pequeña pantalla- en 1965 y en 1997. Esta última con la cantante Brandy en la piel de Cenicienta y Whitney Houston como el Hada Madrina. En este repaso, no se nos puede olvidar la cinta que sacó Disney, predecesora de todas, que consiguió convertirse en el mayor éxito comercial y de crítica para el estudio desde Blancanieves. Una reinterpretación dulcificada -mucho muchísimo- del cuento de los Hermanos Grimm.

Lo cierto es que, a pesar de su popularidad y de haberse colado en los hogares de millones de personas, la historia no se llevó a los escenarios de Broadway hasta 2013. Esta nueva versión, dirigida por Mark Brokaw y con un libro revisado de Douglas Carter Beane, se añadió profundidad y sensibilidades modernas al cuento clásico. Cenicienta se convierte en Ella, una joven justa y noble. Bastante más que esa damisela dedicada a las labores del hogar, a servir y esperar con cándida paciencia el ser rescatada por un príncipe gracias a su zapato de cristal.

Volviendo al musical que se estrenará en octubre en la capital, estará dirigido y coreografiado por el británico Anthony Van Laast. Este miércoles se celebró una presentación con el elenco al completo y parte del equipo creativo en el Casino de Madrid. "Vi el espectáculo por primera vez en Broadway hace más de 10 años. Me enamoré de la música y de la historia, pero me pareció que aquella versión estaba un poco anticuada", indica Van Laast. Por ello, cuando Stage Entertainment contactó con él para coreografiar y dirigir la producción en España recuerda que lo primero que hizo fue quedar con su amigo Douglas Carter Beane. El libretista de la producción que se estrenó en Hollywood coincidió con él en las dificultades para fusionar piezas musicales de los años 50 con una trama más contemporánea.

Esta dualidad -mantener el glamour de los 50 con una trama actualizada- es el reto al que se está enfrentando el equipo creativo. Una labor que sería imposible de realizar sin un elenco en el que la intérprete Paule Mallagarai asume el rol de Ella y Briel González el de Topher -el príncipe, para que nos entendamos-. A los dos protagonistas se suman Mayca Teba, que se meterá en el papel del Hada Madrina; Mariola Peña, como la Madrastra y Caro Gestoso y María Gago, como las hermanastras. "Hace 20 años estrenamos aquí Mamma Mía! y fue muy difícil encontrar un reparto", recuerda Van Laast y valora que "la mejor industria del teatro musical está saliendo ahora de España". Una realidad palpable a la hora de seleccionar al elenco, "porque había mucha y muy buena".

Una Ceniciena más activa y con opinión propia

"Vamos a ver una Cenicienta mucho más activa, más tridimensional y que, sobre todo, nos va a ofrecer una posibilidad de experimentar la naturaleza humana en su conjunto", apunta Alejandro de los Santos, director residente. No se trata de cambiar la historia que, por cierto, ha sufrido innumerables modificaciones desde que la escribió Giambattista Basile en el siglo XVII. Unas más amables y otras más oscuras. "Lo importante de esta historia es que ha ido pasando de generación en generación gracias a la tradición oral que son los cuentos", explica Santos y hace hincapié en que "los cuentos los podemos transmitir antes de que nuestros niños se vayan a dormir, pero aquí tenemos la oportunidad de tener dos horas y media para desarrollar estos personajes".

En el musical podremos ver a una "Cenicienta que, no solo es salvada por un príncipe, sino que es alguien con una opinión, con unos valores y con la necesidad de formar parte de la historia en un mundo complejo". La bondad, la justicia social y las segundas oportunidades son algunos de los temas que resonarán a través de la música, los personajes y la puesta en escena.

Y es que la historia seguirá a Ella, una joven bondadosa que se verá obligada a servir como criada en su propia casa bajo la cruel mano de su madrastra, Madame, y su ensimismada hermanastra, Charlotte. Su otra hermanastra, Gabrielle, es bondadosa pero teme enfrentarse a su madre. A pesar de sus circunstancias, Ella mantiene la esperanza y sueña con una vida mejor. En paralelo, cuando el príncipe Topher, un joven e idealista miembro de la realeza, anuncia un gran baile para encontrar a su futura reina, Ella está decidida a asistir. Con la ayuda de su Hada Madrina, Marie, Ella se transforma en una visión de la belleza y conquista el corazón del príncipe. Pero va más allá de una simple historia de amor. La protagonista inspira a su amado para desafiar las injusticias de su reino, llevando bondad y justicia a su pueblo.

Una orquesta que tocará cada noche en directo

¿Qué sería de un buen musical si no habláramos de su banda sonora? Al frente de este apartado está Xavier Torras, supervisor musical, quien pone en valor la "música en directo": "Este año, más que nunca, podremos escuchar cómo sonaba la obra en los años 50, porque tenemos la instrumentación original y una orquesta de 20 profesionales cada día en el teatro". Una aventura "trepidante" que permitirá al espectador experimentar "cómo sonaba el Broadway en los años 50, época en la que la música se podía casi tocar desde la butaca" y "me parece que va a ser toda una experiencia acústica, aparte de revisar un cuento maravilloso".

No será menor el vestuario. Si Swarovski fue clave en el musical de Aladdín y las grandes esculturas animadas lo son en El Rey León, Cenicienta recordará a la alta costura de los 50. Quien lleva la batuta es Yaiza Pinillos y hace el guiño en que quien "esté un poco familiarizado con los grandes diseñadores europeos de aquella época, reconocerá algunas de las piezas que hemos implementado en este vestuario". No se debe olvidar que será un espectáculo eminentemente danzado. Por este motivo, Pinillos destaca que "no está habiendo ningún límite para poder acceder a los tejidos que necesitamos para poder vestir el movimiento".

El vestuario está en marcha. El elenco está preparado. Los ensayos comenzarán en verano. Quedan cinco meses para que el telón se levante y el patio de butacas se llene de nuevo. Hasta entonces, solo queda repasar los grandes clásicos y soñar con las "siete palabras de magia que son".

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