DIRECTO Madrugá Sevilla en directo | Semana Santa 2024

El tiempo El tiempo en Sevilla para la Madrugada

Arte

Los inmortales y los supervivientes

La serie 'Argos, el perro de Ulises'.

La serie 'Argos, el perro de Ulises'. / Juan Carlos Vázquez

"Fácilmente aceptamos la realidad, acaso porque intuimos que nada es real", escribió Borges en El inmortal, y la frase se puede aplicar al universo de Narowé: la verdad que desprende su obra no es sino un cúmulo de extrañezas, una cotidianidad que exuda un inesperado misterio, un retrato que encuentra la fidelidad en la distorsión y el escorzo. El artista brasileño afincado en Barcelona, que expone hasta el 21 de enero en la sevillana Di Art Gallery, ha perfeccionado un lenguaje donde los contrarios van de la mano, sabe que la ligereza del trazo también capta la vulnerabilidad o la hondura, y otorga a sus personajes una ingenuidad que al mismo tiempo es un rasgo de fortaleza.

En Under the Sun, la muestra con la que el creador se presenta en Sevilla, Juan Narowé se inspira en El inmortal, una de las narraciones incluidas en El Aleph, para estudiar los ámbitos de lo pictórico, el color y la forma. En la mirada del artista, los trogloditas con los que se topa el tribuno romano que protagoniza el cuento, seres inmortales gracias al agua de un río que otorga la eternidad, dan pie a monumentales lienzos de poderoso cromatismo –rojos, verdes, azules y amarillos– en los que las siluetas insertadas en el paisaje, bajo el sol del título, alcanzan desde su condición contrahecha una gran expresividad.

En la galería los definen como "seres fantásticos, deformes y aparentemente desorientados", piezas de "un ambiente desordenado y engurruñado que desconcierta a la vez que atrae". Pertenecen a la serie Argos, perro de Ulises, que se complementan con otras piezas de la exposición, Construcciones, que recrean las edificaciones imposibles que recogía Borges en su obra y que encuentran en el caos una suerte de lirismo.

Antes, a la entrada de la galería, reciben al visitante, en acrílicos que emulan los registros del dibujo, una galería de personajes en tránsito, hombres y mujeres que atraviesan los campos y los caminos en composiciones en las que destaca el ánimo jovial y la imaginación.

A los responsables de Di Gallery les sorprendió la singular personalidad de Narowé, "la forma transgresora en que alterna el dibujo y la pintura en su obra", señala Santiago Bedoya, uno de los socios de la galería. "Buscamos en las redes sociales a autores que tengan algo que aportar, y el caso de Narowé estaba muy claro. Normalmente trabajamos con artistas andaluces, pero su obra tenía otros nexos con creadores con los que colaboramos, precisamente ese interés en el dibujo. Nos parecía muy fresco lo que hacía. Lo llevamos por primera vez a Estampa y su propuesta funcionó muy bien", recuerdan desde la sala de la calle Muro de los Navarros.

En una pared de la estancia, casi a ras del suelo, un dibujo hecho en tinta sobre papel llama la atención por su sobriedad. Se trata de una figura sentada en el suelo, que se intuye enfrascada en sus pensamientos, a la que el autor ha puesto el título de Soledad y que para Bedoya representa "esa soledad del artista antes de empezar un proyecto".

Esa evocadora intimidad también forma parte de las últimas piezas que reserva el recorrido, escenas ya lejanas a la inmortalidad fantasiosa del relato de Borges y más apegadas a la rutina, donde sus personajes descansan al borde de una mesa, vencidos por el alcohol o por el sueño, y deambulan por las calles como un andarilho [vagabundo en portugués, otro de los títulos] mientras esperan dar con su lugar en el mundo. "Estas obras surgen de esbozos que el autor hace en un cuaderno en el que vuelca sus ideas y que luego pasa a un formato más grande", cuentan desde la galería, en la que Narowé pasará el testigo en unas semanas a Dionisio González, que inaugurará una muestra a final de mes.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios