Un encuentro intergeneracional e intercontextual
La galería Rafael Ortiz reúne los trabajos de Monika Buch y Ubay Murillo en ‘Encuentros ópticos’.
Como si la pintura quisiera acariciar este mundo
LA FICHA
‘Encuentros ópticos’. Monika Buch y Ubay Murillo. Galería Rafael Ortiz (Calle Mármoles 12, Sevilla). Hasta el 6 de junio.
En el año 2019 coinciden, consecutivamente, las exposiciones individuales de Monika Buch (Valencia, 1936) y Ubay Murillo (Tenerife, 1978) en la programación de la galería Rafael Ortiz. Eventualidad que provocó que Murillo conociera la obra de Buch, generándole un gran interés hasta el punto de proponer, en 2022, una exposición conjunta. Desde entonces han pasado otros tres años, pero esa simple casualidad en el rompecabezas que supone la programación expositiva de una galería, se materializa ahora en Encuentros ópticos, una exposición conjunta de Monika Buch y Ubay Murillo.
Monika Buch, valenciana de nacimiento e hija de padres alemanes, estudió en la Hochschule für Gestaltung de Ulm, escuela que a través de la dirección de Max Bill (Winterthur, Suiza, 1908 - Berlín, Alemania, 1994) se convierte en la heredera legítima de la Bauhaus. Actualmente vive y trabaja en Utrecht (Países Bajos). El trabajo de Buch, a través de la abstracción geométrica, traduce su interés por la percepción visual, generando una geometría modular donde la forma se somete a variaciones y alternancias. Detrás de su trabajo hay una reflexión profunda sobre el mundo, sobre la sociedad.
Ubay Murillo nace en Tenerife y actualmente vive y trabaja en Berlín (Alemania). Su obra circunda entre la pintura, el collage, la instalación y lo escultórico. Una diversidad disciplinar, de soportes y recursos visuales que Murillo emplea para reflexionar sobre la percepción y autopercepción del cuerpo (físico y social) en un sistema que lo ha convertido en producto, en objeto de consumo. Un sistema que ha ejercido un proceso de idealización e ideologización sobre el cuerpo contemporáneo. En su trabajo también se perciben reminiscencias de las vanguardias, como elementos que han trascendido y se han asentado en el imaginario colectivo vigente.
Monika Buch y Ubay Murillo miran hacia un mismo lugar, pero desde enfoques y tiempos diferentes. Ambas miradas quedan articuladas entre sí ante la vibración que generan en la mirada propia del espectador.
Además de la coincidencia de sus exposiciones en la programación expositiva de Rafael Ortiz, ambos artistas comparten el hecho de vivir y trabajar fuera de sus ciudades natales, aunque manteniendo una fuerte conexión con estas. Otra analogía interesante es que ambos artistas crearon las obras presentes en esta exposición con (aproximadamente) la misma edad, aunque con unos 40 años de diferencia. Así, Encuentros ópticos reúne una serie de trabajos producidos entre los 70 y los 80 de Monika Buch y obras recientes (2024 y 2025) ex profeso de Ubay Murillo.
Hay un cuerpo político inherente en las obras de Buch que tiene que ver con cómo lo reticular y abstracto supone una respuesta a un contexto personal y sociopolítico muy concreto: su familia migró para evitar en un primer momento la Guerra Civil Española y más tarde la Segunda Guerra Mundial. Esta convulsión de la guerra y de sus consecuencias, que permeó en la vida de la artista desde su infancia, marca sin duda su forma de ver el mundo. Del mismo modo que tras la Segunda Guerra Mundial el mundo occidental buscó asentar y solidificar un nuevo orden político, económico y social, Buch responde a dicha inestabilidad con el orden que aporta lo geométrico y lo estructural. Buch también emplea alteraciones, progresiones de color y variaciones, como queriendo salvaguardar siempre un margen de cambio, de progreso.
En el caso de Ubay Murillo, sus obras suponen una lectura y traducción, tanto formal como contextual del trabajo de Monika Buch. El artista tinerfeño no pretende pintar al modo que lo hace Buch, ni interpretar la obra de esta a través de su propio lenguaje pictórico. Hay una reflexión más profunda que tiene que ver con aplicar una mirada externa a través de la perspectiva que otorga el paso del tiempo, con traducir esos códigos reticulares y estructurales de Buch a un lenguaje orgánico, anatómico. De algún modo, Murillo enfrenta el contexto político, económico y social del siglo XX con el contexto actual a través de la obra de Buch. Lo sólido se vuelve líquido, lo geométrico orgánico. La imágen en política.
Así, cuando se observan las obras de Encuentros ópticos es importante detenerse, analizar esa tensión sutil que une las obras de ambos artistas. Ante la mirada que espera y observa, se van generando unos nexos, que son estéticos y políticos, que vinculan dos contextos, dos generaciones. Monika Buch y Ubay Murillo miran hacia un mismo lugar, pero desde enfoques y tiempos diferentes. Ambas miradas quedan articuladas entre sí ante la vibración que generan en la mirada propia del espectador.
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