'La Habanera de la Máscara', el puente artístico entre Andalucía y Cuba
La canción, escrita por Antonio Manuel e interpretada por Roko y Jesús Bienvenido, es el tema principal del documental 'Lorca en La Habana'
El documental 'Lorca en La Habana' retrata el idilio del poeta con Cuba
El Long Rock Sevilla acogió, el pasado 8 de septiembre, la presentación de La Habanera de la Máscara, canción principal del largometraje documental Lorca en La Habana, dirigido por Antonio Manuel y José Antonio Torres. La pieza, interpretada por Roko y Jesús Bienvenido, recupera la huella que dejó Lorca en Cuba, así como la que la isla imprimió en el poeta. La obra se alza como un puente artístico entre Andalucía y Cuba y se perfila como uno de los ejes narrativos de la película.
Antonio Manuel, letrista del tema y codirector de la película, destacó el papel central de la composición en la narración audiovisual del documental. "Los protagonistas de la película son dos: el actor Javier Jiménez, que interpreta Federico Lorca, y esta canción" explicó el escritor. El tema fusiona cadencias cubanas y sonoridades andaluzas, especialmente gaditanas, subrayando el paralelismo emocional entre Cádiz y La Habana. El videoclip oficial, grabado en el Castillo de Santa Catalina de Cádiz bajo la dirección de Manuel Carrasco, acompaña esta canción que en palabras de sus creadores, "no es un añadido, sino la propia película hecha música".
La canción entrelaza música, poesía y memoria. Jesús Bienvenido aporta la voz del alter ego de Lorca, mientras que Roko encarna la perspectiva íntima de la madre del escritor. En su primera parte, el tema recoge fragmentos de una carta de 1923 que el poeta granadino dirigió a su amigo cubano José María Chacón, con referencia a la firma habitual del granadino como Rey de Andalucía.
La segunda parte se adentra en el viaje interior del poeta. Tras su paso por Nueva York y un choque con el capitalismo más brutal, Lorca descubrió en Cuba una libertad que le devolvió la esperanza. "Se le cae la mascará. Allí se siente libre en lo intelectual, poético y personal. Por eso en la canción dice que su lucha es con la máscara y que lo que quiere es mostrarse desnudo", añadió el Antonio Manuel.
El estribillo de la habanera resume el dilema vital que enfrenta Lorca: el traje blanco que representaba la posibilidad de quedarse en Cuba a salvo, frente al traje negro símbolo de su trágico final en Granada. "Federico García Lorca decide ponerse el traje negro. Esa decisión marca el final de la película y la canción lo canta" subrayó el codirector. Sin embargo, la pieza concluye con un tumbao alegre, evocando la felicidad que el escritor vivió en la isla.
Jesús Bienvenido, responsable de la música, explicó el proceso creativo. "Antonio Manuel me regaló esta letra estando yo en Bélgica. Me habló de un Lorca distinto, luminoso, no el Lorca mártir y oscuro que solemos conocer. A partir de ahí comenzamos a pensar como mostrarlo desde la música". La composición fue tomando forma con aportaciones de distintos músicos, se sumaron percusiones de Raúl Domínguez, los vientos llegaron desde estados unidos y un violín de Lara Sansón. La propia Roko describió su papel en la canción como un desafío interpretativo. "Aquí no soy Roko, soy la madre de Lorca, una voz que le dice que no vuelva a España porque lo que le espera aquí no es blanco", explicó la cantante. La artista destacó además la carga positiva del tema: "Acaba con un sabor alegre porque nos queremos quedar con ese Lorca que nunca ha muerto y que sigue acompañándonos".
El rescate de un capítulo desconocido de la vida del poeta
La película Lorca en La Habana tuvo su estreno en el Festival de Málaga y más tarde se presentó en La Habana y Matanzas de la mano del Instituto Cervantes, y con la presencia de Luis García Montero. En la actualidad recorre festivales españoles con un relato que combina documental, archivo, ficción y música para rescatar un capítulo poco conocido de la vida del poeta. La banda sonora del documental incluye adaptaciones de la tradición popular cubana, como La morena Trinidad o el poema Son de negros, musicalizado por Yoxgiel Martínez. El grupo Descendencia Rumbera de La Habana aporta las danzas y ritmos que dialogan con las raíces flamencas de Lorca.
Antonio Manuel, para finalizar, recordó la importancia de la memoria y el papel de Cuba en la preservación de la obra lorquiana durante la dictadura: “Aquí no se podía ni nombrar a Federico. Sin embargo, en Cuba sí. Allí se mantuvo viva su memoria y desde allí nos llegó con fuerza”. En este sentido, evocó una anécdota: “Margarita Xirgu representaba Bodas de sangre en La Habana cuando recibió el telegrama con la noticia de su asesinato. Al comunicarlo al público, la sala entera se puso en pie y la acompañó por las calles entre aplausos. En ese momento, Lorca estaba más vivo que nunca”.
El documental subraya que Lorca viajó a Cuba para impartir tres conferencias y terminó con una estancia de 98 días. “Encontró la Andalucía del otro lado del océano. Descubrió en la negritud cubana la misma luz de los ojos de los gitanos del Sacromonte y comprendió mejor quién era viéndose en ese espejo”, señaló Antonio Manuel. La obra, que une las voces de Roko y Bienvenido con la letra de Antonio Manuel, reivindica un "Lorca luminoso, libre y profundamente musical". Un Lorca que, en palabras de sus directores, “se quitó la máscara en Cuba y se mostró como nunca antes: desnudo, feliz y eterno”.
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