DIRECTO El resultado sobre la consulta de la Feria de Sevilla en directo

DERBI Sánchez Martínez, árbitro del Betis-Sevilla

Arte

En el camino de Carlos Pérez Siquier

  • La Fundación Mapfre dedica una exposición al fotógrafo almeriense, un viaje que avanza desde sus estampas de La Chanca o el litoral español hasta la sobriedad de sus últimos trabajos

‘Marbella’, una de las emblemáticas escenas de playa del autor.

‘Marbella’, una de las emblemáticas escenas de playa del autor. / Pérez Siquier / Fundación Mapfre / VEGAP

La sede de la Fundación Mapfre en el Paseo de Recoletos de Madrid reivindica hasta el 28 de agosto a una de las figuras fundamentales de la fotografía española, el andaluz Carlos Pérez Siquier. Del almeriense (1930-2021) se exhiben en esta muestra, comisariada por Carlos Gollonet y Carlos Martín, 170 imágenes pertenecientes a los fondos de la fundación, fechadas entre 1957 y 2018, y que conforman un recorrido cronológico por la evolución del autor, desde las estampas icónicas del barrio de La Chanca o de las playas en el momento en que España se abría al turismo hasta la austeridad que caracterizaría sus últimos trabajos, cuando su cámara optó por el recogimiento y la introspección.

La exposición se abre con la mirada del creador a La Chanca, el arrabal almeriense que inspiraría también a Juan Goytisolo y que Pérez Siquier retrata en blanco y negro y en color, en unas series que pasarían a la posteridad como ejemplo del interés antropológico que puede tener la fotografía, también una lección ética de cómo acercarse a los desheredados sin intención de arrebatarles su dignidad. "Comencé a fotografiar La Chanca en tiempos de silencio, de posguerra y muchas dificultades, con gente muy humilde pero de gran valor humano que para mí significaron un intercambio de miradas muy elocuente", recordaba el fotógrafo en una entrevista con la Agencia EFE en 2013. Para los responsables de la muestra, el sentido del humor presente en algunas de estas imágenes pueden "decepcionarnos si tratamos de buscar en ellas el documento terrible de la enfermedad y la miseria".

Son esos años en los que Pérez Siquier y sus compañeros del Grupo AFAL están ensanchando los límites de la fotografía española. Almería era entonces, evocaba el autor en otra entrevista con este diario, "la ciudad con más inmigrantes y menos carreteras del país, un pueblo totalmente aislado física y culturalmente". Pero aquel punto de partida no cohibió a un grupo de jóvenes con apertura de miras. "Éramos ambiciosos y conectamos con todos aquellos fotógrafos inconformistas que había en lugares como Cataluña, Madrid o el País Vasco. Siempre temimos mucho al provincianismo. No queríamos imponer una estética determinada, pero sí una mirada diferente".

Una de las imágenes que Pérez Siquier tomó del barrio almeriense de La Chanca. Una de las imágenes que Pérez Siquier tomó del barrio almeriense de La Chanca.

Una de las imágenes que Pérez Siquier tomó del barrio almeriense de La Chanca. / Pérez Siquier / Fundación Mapfre / VEGAP

Entre los momentos de la trayectoria de Pérez Siquier que recoge la exposición se encuentra Informalismos, de 1965, un singular epílogo de su labor en La Chanca en el que su artífice reflexiona sobre el paso del tiempo plasmando con su cámara las paredes desconchadas de las casas y las cuevas de este barrio, los colores que habían reunido esos muros a lo largo de las décadas y las distintas familias que habían ocupado aquellos inmuebles.

En una retrospectiva de Pérez Siquier no podía faltar un apartado dedicado a La playa (1972-1980), el estallido de libertad que vino de la mano del turismo y que el fotógrafo tradujo en una explosión de color y en una carnalidad alejada de los estereotipos más predecibles. En estas obras, apuntan desde la Fundación Mapfre, "la erótica del cuerpo cobra diferentes significados: mientras el biquini celebra la juventud y la feminidad a la manera del clasicismo, también entran en escena cuerpos no normativos que reclaman, desde la nueva cultura del consumo, su posición a través de las incipientes formas de ocio. Así hasta rozar lo grotesco, lo contradictorio e incluso la conversión del cuerpo en mero ejercicio plástico".

El recorrido por la producción de Pérez Siquier, reconocido con el Premio Nacional de Fotografía en 2003, continúa con otras series como Trampas para incautos (1980-2001), en la que el fotógrafo indaga en las formas de representar la realidad mediante imágenes que parecen trampantojos sin serlo y llevan al extrañamiento; Encuentros (1991-2002), en la que recrea espacios de su entorno, paisajes deshabitados de los que extrae el color y la luz; y La Briseña (2015-2017), en las que se da "un repliegue hacia el interior" y capta rincones y estancias de su residencia veraniega, el final de un viaje que se cierra en la sobriedad pero donde se mantiene ese pronunciado sentido de la estética que siempre atravesó la obra del fotógrafo almeriense.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios