Cultura

La orquesta sevillana pone música a tres historias de amor coreografiadas por Sol Picó

La Barroca de Sevilla estará en el foso del Teatro de la Zarzuela desde el viernes hasta el 31 de este mes en lo que supone una colaboración muy estimulante para la orquesta, Premio Nacional de Música, con el Inaem, que gestiona este espacio escénico. La belleza de la música de Nebra será el alimento espiritual de una propuesta teatral rabiosamente actual. El director escénico Andrés Lima, el motor de la compañía Animalario, ha sustituido la mayor parte de los versos del libreto original de Antonio Zamora, de carácter mitológico, por una selección de poesía amorosa de los siglos XVII al XXI. Por si fuera necesario subrayar aún más las tensiones entre lo barroco y lo contemporáneo, la versión de Lima transporta al público a un balneario suizo del siglo XXI, donde tres trabajadoras cuentan la historia de Céfiro y Liríope a un extraño, que será curiosamente el dios Amor.

Los ocho personajes de Viento es la dicha de Amor quedan desdoblados entre cantantes y actores para narrar tres historias de amor en tres planos distintos pero relacionados entre sí. "El director aporta al montaje grandes dosis de erotismo y deseo a través del verso, la belleza, la sensualidad, los masajes… y Epicuro. De este modo la obra original se convierte en un poema lírico amatorio", explican desde el Teatro de la Zarzuela.

Alberto San Juan, colaborador habitual de Andrés Lima, integra el elenco actoral, que completan Isabel Rodes, Marta Megías, Silvia Álvarez, José Juan Rodríguez y Víctor Massan. Los solistas que interpretan las partes cantadas son Yolanda Auyanet, Clara Mouriz, Beatriz Díaz, Ruth González, Gustavo De Gennaro y Mercedes Arcuri.

La dirección musical corre a cargo del maestro Alan Curtis, especialista en el barroco musical, muy elogiado por los miembros de la OBS. La coreografía la firma la inquieta Sol Picó, lo que acentúa la solidez y vanguardia de esta propuesta.

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