Una separación accidentada

Desde la Dinamarca del bienestar pequeño-burgués, Volver a ti viene a retratar una separación matrimonial en las claves del melodrama civilizado atravesado por la enfermedad y algún que otro exceso que amenaza con sobrecargar demasiado las tintas.

Ane (Trine Dyrholm) y Thomas (David Dencik) tienen decidida su inminente separación a falta de comunicárselo a sus hijas cuando un accidente cerebrovascular cambia drásticamente el panorama y los fuerza a una readaptación momentánea. Jeanette Nordahl se propone acercarse a cada punto de vista tras esta situación excepcional: primero al de esa mujer de mediana edad y profesora universitaria que ve cómo de un día para otro se derrumban sus certezas y se agria su carácter; luego a ese marido algo cobarde que decide hacerse cargo de la nueva situación; finalmente a esas hijas, una adolescente, la otra más joven, que se enfrentan a una madre en rehabilitación pero que también terminan descubriendo, en una mala argucia de guionista, que sus padres tenían ya plan de vidas separadas.

Volver a ti se refugia en unas dinámicas que aspiran a ser realistas y atentas al detalle y a la complejidad emocional, pero no escapa de algunos empujones externos forzados por la escritura. Sin lugar a dudas, es en el núcleo íntimo de esa pareja, en la que es capaz incluso de rebrotar el deseo, donde la película se aferra más a la verdad que en esos otros episodios que redoblan o torpedean el conflicto doméstico desde fuera. También ese final algo postizo y timorato que repliega las líneas en un par de estampas propias de una mala película familiar.