
La ventana
Luis Carlos Peris
Pobre de mí, punto final
Los veranos no son sólo la estación ideal para las bicicletas, sino que también es terreno propicio para el bulo. El bulo es recurso de gran utilidad con el que cubrir el marasmo informativo y entre operaciones de compraventas va fluyendo el estío a la espera de que ruede el balón de forma seria, que no sólo de Mundialitos vive el hombre en esta sequía informativa. y hasta surgen ocasiones en las que el bulo se convierte en antesala de la noticia, claro que sí. Y en esas estamos cuando abundan los clubes que se encuentran inmersos en unos procesos de ingeniería financiera que ríase de los más encopetados consejos de administración.
Y como en tantas ocasiones, la palma se la lleva el Fútbol Club Barcelona con sus espectaculares piruetas financieras, que ya ha sentenciado Javier Tebas que aunque ha podido fichar a Joan García, en estos momentos le sería imposible inscribirlo. Pero es que paralelamente aparece un rumor con cara de bulo, que es el próximo fichaje de Nico Williams, ese diablo que tanto daño hace a babor.
Pero lo que no suele tener carácter de bulo es cuantas operaciones de riesgo ejecuta el gran club catalán. Tiene el Barça patente de corso para hacer de su capa un sayo y así como se saltó la ley del fútbol para utilizar a Dani Olmo, nadie duda de que lo mismo logrará con el ex portero españolista. Lo más llamativo en este tiempo de bulos es eso de que la ley del más fuerte sobrevuela el complicado mundo del fútbol.
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