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El cáncer de pulmón en las mujeres

Aunque fue considerado como una “enfermedad del hombre”, el incremento en el número de casos nuevos entre mujeres ha hecho que esta percepción se vaya perdiendo 

El cáncer de pulmón es la primera causa de muerte por cáncer a nivel mundial y en España, suponiendo el 18% del total de defunciones por cáncer. En el año 2020 se produjeron 283.000 casos nuevos de cáncer de pulmón y 113.000 muertes por esta enfermedad en España.

Aunque tradicionalmente el cáncer de pulmón fue considerado como una “enfermedad del hombre”, el preocupante incremento en el número de casos nuevos entre las mujeres ha hecho que esta idea se vaya perdiendo poco a poco. Actualmente, el cáncer de pulmón es el tercer cáncer más frecuente en mujeres españolas (tras el cáncer de mama y de colon-recto) y la segunda causa de muerte por cáncer entre ellas, después del cáncer de mama.

Las tendencias temporales de la mortalidad por cáncer de pulmón en España han ido disminuyendo entre los hombres desde los años 90, mientras que en las mujeres han seguido aumentando de forma progresiva. Estas diferencias entre sexos, han sido atribuidas principalmente a la incorporación más tardía de la mujer al tabaquismo, que sigue siendo la causa principal del cáncer de pulmón, siendo responsable de más del 80% de los cánceres de pulmón.

Actualmente se estima que en España el 23% de los hombres y el 16% de las mujeres son fumadores habituales, habiéndose observado un incremento progresivo del hábito tabáquico en las mujeres desde los años 70, algo que está impactando claramente en la actual incidencia y mortalidad por cáncer de pulmón en las mujeres. Comparado con los hombres que desarrollan cáncer de pulmón, las mujeres con cáncer de pulmón son más jóvenes, empiezan a fumar a una edad más avanzada y fuman con menos intensidad que los hombres, algo que ha sugerido una mayor susceptibilidad en las mujeres a los efectos carcinogénicos del tabaco. Por otro lado, diversos estudios indican que, una vez que la mujer adquiere el hábito tabáquico, la posibilidad de que lo abandone es menor que en los hombres. El principal tipo histológico de cáncer de pulmón en las mujeres es el adenocarcinoma, independientemente del hábito tabáquico.

Sin embargo, la incorporación de la mujer al hábito tabáquico no es la única causa de esta creciente “epidemia” de cáncer de pulmón en las mujeres, ya que un 20% de los cánceres de pulmón se producen en no fumadoras. Parece que las mujeres no fumadoras tienen más probabilidades de padecer cáncer de pulmón que los hombres no fumadores, un hecho que sugiere aspectos biológicos distintos entre ambos sexos. Se están explorando diversos mecanismos que podrían explicar la mayor vulnerabilidad de las mujeres ante esta enfermedad, como una mayor susceptibilidad a los efectos carcinogénicos del tabaco, el papel de ciertas hormonas como los estrógenos, la capacidad para reparar el ADN dañado, y mutaciones genéticas e infecciones, entre otros.

La supervivencia es otro indicador epidemiológico que nos informa del impacto de la enfermedad y que refleja la historia natural de este cáncer y la efectividad de los tratamientos. En este caso, la supervivencia de cáncer de pulmón a los 5 años es muy baja, aunque ligeramente mejor entre las mujeres (17%) que entre los hombres (12%). Dicho de otro modo, el cáncer de pulmón es un tumor muy agresivo, ya que solamente alrededor de dos de cada diez mujeres y uno de cada diez hombres siguen vivos 5 años tras el diagnóstico. Esto se debe a que, en más de la mitad de los casos, la enfermedad se detecta en estadios avanzados, cuando los tratamientos son menos efectivos.

¿Por qué resulta tan complicado diagnosticar el cáncer de pulmón en estadios tempranos? Muchas veces el cáncer de pulmón no produce síntomas en las etapas iniciales y cuando éstos aparecen, suelen confundirse con los síntomas de otras enfermedades respiratorias. Esto podría demorar el diagnóstico correcto, especialmente entre las mujeres jóvenes que no presentan el perfil típico de la enfermedad. Uno de los signos de alarma asociados al cáncer de pulmón es una tos o ronquera que no desaparece o que empeora con el tiempo. Sin embargo, los resultados de una encuesta poblacional reciente que hemos realizado en colaboración con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) demostraron que un 24% de la población española esperaría más de tres semanas para contactar con su médico por este síntoma o no contactaría en absoluto.

Otra estrategia clave para realizar un diagnóstico precoz del cáncer de pulmón podría ser mediante un cribado poblacional, algo que el Ministerio de Sanidad está valorando poner en marcha en las personas con riesgo. El cribado implicaría realizar una prueba de detección, en este caso una prueba de imagen, la tomografía computarizada de baja dosis de radiación (TCBD), en pacientes de alto riesgo, clasificados según su edad y duración e intensidad del hábito tabáquico. Numerosos estudios científicos avalan la puesta en marcha de este programa de detección, que promete detectar los casos en estadios más tempranos y reducir la mortalidad. Está por ver en qué grado el cribado beneficiaría a las mujeres comparado con los hombres, ya que como suele ser en muchos estudios científicos, las mujeres han estado mucho menos representadas en los ensayos clínicos que establecieron los beneficios del cribado.

Pero, parece claro que, la mejor forma de prevenir el cáncer de pulmón, tanto para las mujeres como para los hombres, es no fumar y evitar el humo de las personas que fuman. El humo del tabaco también causa cáncer en los no fumadores que inhalan el humo del tabaco de los fumadores y en los hijos de padres que fuman. Diez años después de dejar de fumar, incluso si has fumado durante muchos años, disminuye de manera significativa las posibilidades de desarrollar cáncer de pulmón.

Son necesarias campañas dirigidas específicamente a la mujer para que, por un lado, la animen a abandonar el hábito del tabaco y, por otro, conozca los síntomas propios del cáncer de pulmón para poder detectarlo a tiempo.

La doctora Maria José Sánchez Pérez es profesora de la Escuela Andaluza de Salud Pública y Directora científica del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA)

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