Cita tácita en la Velá

24 de julio 2025 - 03:09

Mira si soy trianero que estando en la calle Sierpes me considero extranjero. Así, como cantaba esta letrilla el inolvidable Manuel Molina, se sienten los trianeros que fueron forzados a una dolorosa emigración por culpa de la propia dinámica de los tiempos. Los viejos corrales de la Triana profunda se fueron cayendo y la población del arrabal y guarda experimentó una tremenda y dolorosa renovación. Llegó gente que procreó unas nuevas levas de trianeros, pero los hijos de los corrales de entonces siguen volviendo ahora que son los días señalaítos, el Altozano, Betis o Pureza se bañan de trianerismo para acoger a aquéllos que se fueron contra su voluntad y que siguen considerándose extranjeros aquende el puente. El puente como cordón umbilical que hace en estos días vía de retorno para los hijos que cuando entonces pagaron un peaje de desarraigo especialmente desgarrador. Y cuando llega la Velá pasa como cuando vuelve la Esperanza o cruza el puente el Cachorro, que se recobra la esencia.

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