Tradición: Transmisión de noticias, composiciones literarias, doctrinas, ritos, costumbres, etc., hecha de generación en generación." (Diccionario de la RAE).

Saben quienes me conocen bien que siento una curiosa y quizá injustificada aprensión a todo aquello que conserva retazos de los hijos del Brexit, pero tengo que reconocer que por lo que respecta a la tradición son una cultura digna de admiración.

La Semana Santa de nuestro país (y de forma especial la de nuestra ciudad) se ha constituido, por mor de la indolencia, la falta de respeto por una verdadera educación que integre la cultura propia y la influencia de los globalizados medios de comunicación, en un verdadero oasis de pequeñas tradiciones y ritos. Sin embargo, el valor único de estas "microcelebraciones" dentro de la gran celebración de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, es también la gran debilidad que amenaza con arrasar esos hilos de oro que enmarcan la vida de estos siete días.

Aguce, querido lector, los sentidos y podrá comprobarlo con meridiana claridad en esta tarde; dos de los más hermosos ritos que marcan el día están a punto de desaparecer engullidos por ese tsunami que impele a quienes participan de este Jueves Santo a la búsqueda del espectáculo, de lo burdo, de lo explícito, de aquello que no necesita ser asumido, pensado, interpretado.

Deténgase en algún templo donde el monumento (reserva dormida de Dios en esta noche) comparta espacio con algún paso; intente orar o ensimismarse con la belleza íntima de estas fuentes de luz, de estos remansos de paz. Simplemente no podrá. Se nos olvidó que el verdadero centro de la celebración del día se encuentra ahí, en la contradicción de este Dios que espera impotente la traición.

Contemple, si puede, la hermosa tradición de la ronda entre el palio del Valle y la Hermandad de Pasión. Si Dios ni ningún político o funcionario lo remedia, nuevamente se convertirá en un paseíllo sin sentido de la autoridad competente, que obviará dar la novedad al responsable de la seguridad ciudadana de la ciudad.

Tradiciones perdidas, ritos que van deslavazando la esencia de la propia Semana Santa.