Un Mundialito con rol de metadona

Como la metadona para el toxicómano así está sirviendo el Mundialito para paliar el síndrome de abstinencia del adicto al fútbol. Y se ha dado cuenta Mediaset dejando su prime time para dar fútbol en su complicada misión de acercarse al volumen de audiencia de los líderes del ramo, léase Antena 3. Por lo tanto, bienvenido sea el invento aunque debamos taparnos la nariz para combatir el asco que produce el desmesurado afán recaudatorio de los que manejan el Universo Fútbol.

Convengamos pues en que no está exento de bondad este Mundialito que, tras aquel ominoso 10-0 del Bayern, anda ofreciendo ciertas dosis de competitividad. Ha habido varios duelos muy igualados y, personalmente, me pareció muy competido el choque entre el Madrid y los saudíes, que hay que ver el porterazo que tienen con el ex sevillista Yassine Bounou.

Ese partido entre madridistas y Al-Hilal puede ser paradigmático a la hora de analizar este Mundialito. Los saudíes salvaron el empate gracias a su portero, pero no olvidemos que se las tuvieron tiesas frente a uno de los favoritos. Por tanto celebremos que un tiempo habitualmente muerto para el adicto se haya cubierto con este paliativo, artificial pero ciertamente efectivo. Y lo mejor de todo es que, por imperativo del huso horario, el torneo nos llega en dosis más que aceptables y no en sobredosis, mayormente perjudiciales para la paz doméstica; y hoy tenemos un Flamengo-Chelsea, qué bien.