Rueda sin preguntas

30 de julio 2025 - 03:08

Con ese desahogo que debe venirle de fábrica, el hombre convocó una rueda de prensa para resumir el curso recién concluido, pero sin la menor intención de permitir lo lógico en cada rueda de ese tenor, la de admitir preguntas de cualquiera de los periodistas asistentes. Desahogado que es el hombre, la rueda informativa se convirtió en un recital de autobombo para convertir la situación en una especie de Camelot, un edén. Con lo feo que en la vida normal queda el autobombo, en la vida pública se da por hecho consumado. El piropo a sí mismo que tan mal resulta en la calle es moneda de uso corriente en los salones de la política, especialmente frecuente cuando del inquilino de la Moncloa se trata. Y viendo lo visto, lo que queda peor que Cagancho en Almagro es el papel que en esas convocatorias recita una clase periodística que una vez tras otra admite el desarrollo de una rueda de prensa en la que sólo se admiten las preguntas del tribulete apesebrado. Y así desde que el convocante es quien es.

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