Asesores en Almería

HA acertado el PSOE al obligar al presidente de la Diputación de Almería, su militante Juan Carlos Usero, a destituir de sus flamantes cargos a los dos asesores, miembros del Partido de Almería (PAL), uno dedicado a la Promoción Provincial y el otro a la consultoría de Deportes, rimbombantes títulos bajo los que se esconden sendas prebendas otorgadas a dedo.

El fichaje de los asesores se produjo el 6 de abril. Su cese ha esperado hasta el 15, o sea, hasta el día en que el Partido Popular ha denunciado que los nombramientos suponen la confirmación de que sigue en pie el pacto PSOE-PAL para repartirse la corporación provincial almeriense, pacto formalmente roto a causa del escándalo de corrupción que afecta al partido minoritario. Sin embargo, Usero justificaba la canongía de ambos asesores por la necesidad de apoyo "para llevar a cabo el programa político del equipo de gobierno"... equipo integrado exclusivamente por los socialistas desde el mes de octubre.

Eso da que pensar que el pacto, realmente, se mantiene, al menos en la visión del presidente de la Diputación, que ha tenido que ser desautorizado por la dirección regional de su partido. Con toda razón: con el fundador del PAL y alcalde de El Ejido, Juan Enciso, en la cárcel desde el otoño pasado y otras cuarenta personas imputadas en un caso de corrupción y asalto a las finanzas públicas que quedará en los anales, ¿cómo se le ocurre a Usero ponerse como asesores a dos distinguidos militantes del PAL, uno de ellos cuñado del número dos de la organización (siempre hay un cuñado por medio)?

Aquí llueve sobre mojado. La Diputación de Almería se convirtió en objeto de mofa nacional cuando algunos empleados socialistas contratados a dedo fueron grabados subrepticiamente jactándose de cobrar unos sueldos medio qué sin conocer, ni poco ni mucho, las funciones que en teoría debían estar desarrollando en la corporación que con tanta munificencia los había contratado. En realidad, ellos estaban dedicados a sus cosas y a las cosas de su partido, pero cobraban de las arcas públicas que los ciudadanos a duras penas logran costear con sus impuestos, tributos y tasas.

Bueno, llueve sobre mojado en casi todas las diputaciones y en otros organismos públicos de cuya eficacia no me permito dudar, pero sí de la estructura que han ido creando y del organigrama que han ido generando. Hoy engordo más que ayer, pero menos que mañana, parece el lema que sus gestores aplican en la gobernación de estos entes legales. Seguro que podrían hacer lo que aumenta el bienestar de la gente con mucho menos dinero del que gastan. Pero así no tendrían la red clientelar que tienen.