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La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Ayuso marca el paso a Casado

Apartando a Ciudadanos de su camino, la presidenta de Madrid coloca a Vox como socio preferente para Casado

La presidenta de la Comunidad de Madrid, la simpar Isabel Díaz Ayuso, ha sido la gran beneficiaria de la moción de censura de Murcia. Inés Arrimadas y sus diputados y compañeros murcianos (se ha visto que no todos) le han servido en bandeja la excusa que necesitaba para deshacerse de los consejeros madrileños de Ciudadanos, disolver la Asamblea regional y convocar elecciones anticipadas para el 4 de mayo.

Ha sido un pretexto, efectivamente, invocar el temor a otra moción de censura PSOE-Cs en Madrid para quitarle la presidencia a Díaz Ayuso. No porque lo diga Ciudadanos, que es -digamos- flexible en cuanto al compromiso adquirido en los pactos, sino porque no se ha negociado nada de eso en Madrid, ni en Castilla y León ni en Andalucía, por más que los socialistas lo hayan ofrecido desde el día después de las respectivas elecciones. Si existiera esa operación general a la que se agarra Díaz Ayuso, ¿no creen que la primera moción sorpresa se habría presentado por sorpresa precisamente en Madrid y no en Murcia? Al contrario, Cs se mantiene en los gobiernos compartidos en las dos comunidades citadas y se habría mantenido en Madrid si Ayuso no los hubiera destituido.

El peligro está en el por qué de este paso de la mediopopulista Isabel. A ella le han dicho que es muy popular y que en las nuevas elecciones va a conseguir la mayoría absoluta, presentándose como la única alternativa (de libertad) frente al socialismo (infame y totalitario). Y se lo ha creído. Ahora bien, parece más probable que tras el 4 de mayo no haya mayorías absolutas. Si gana Díaz Ayuso relativamente, ¿qué partidos van a compartir con ella la investidura y el gobierno? Con Ciudadanos el pacto se antoja imposible después de lo que les acaba de hacer. Quedaría como posible socio el crecido Vox, que no va a conformarse con apoyar al PP desde fuera. Y sería así como la maniobra de la presidenta madrileña supondría incorporar a la ultraderecha a la gobernación de la comunidad más relevante y, a la vez, marcar el destino del Partido Popular durante años: en vez de aglutinar al centroderecha y pactar puntualmente con Vox cuando le haga falta -como en Andalucía-, orientarlo más hacia la derecha. Lo que, según creo, equivale a conducirlo al fracaso. Así no se ganan las elecciones en España.

Díaz Ayuso quiere señalar el rumbo estratégico a Pablo Casado, y éste parece que se deja. Pedro Sánchez se ríe a carcajadas.

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