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La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

José Luis Turina Garzón

Pocas dinastías artísticas vinculadas a Sevilla pueden presumir de abarcar tres siglos

Ha fallecido en Madrid, a los 101 años, el pintor José Luis Turina Garzón. Era nieto de Joaquín Turina Areal -pintor costumbrista sevillano a quien debemos hermosas recreaciones de la Sevilla anterior al Regionalismo y el conocido cuadro que recrea a Montañés viendo salir al Señor de Pasión-, hijo del compositor sevillano Joaquín Turina y padre del compositor José Luis Turina y del pianista Fernando Turina. Pero fue más que un puente entre dos grandes compositores: además de un pintor que cumplió el alternarse de pintores y músicos a través de las generaciones turinianas, fue el cuidadoso y generoso tutor, junto a su hermana Obdulia y el esposo de esta, Alfredo Morán, del legado documental de Joaquín Turina.

El despacho del gran maestro sevillano en su vivienda madrileña se mantuvo intacto, y toda la documentación cuidada y ordenada, hasta que la familia Turina garantizó su conservación y el acceso de los investigadores a los documentos acordando con la Fundación Juan March la creación del Legado Turina que incluye 349 partituras autógrafas e impresas, manuscritos, catálogos, 13 álbumes de recortes de prensa, correspondencia, 36 cuadernos de diarios o el archivo fotográfico con más de 6.000 fotografías y postales -muchas de tema sevillano- de gran valor histórico.

Sevilla tiene una deuda impagable con Joaquín Turina: nadie la ha expresado en música con tanto cariño y tantas y tan excelentes obras como él. Es en música a la Sevilla que se reinventó a sí misma lo que Izquierdo, los Quintero, Romero Murube, Casinos Assens, Laffón, Sierra o Cernuda en literatura y Aníbal González, Talavera o Espiau en arquitectura. Una deuda extensible a la familia Turina por el amoroso cuidado con que ha conservado su legado, tan importante para la historia musical de Sevilla, y con su nieto José Luis Turina, que regresó musicalmente a la ciudad que tanto amó su abuelo haciendo instrumentaciones y transcripciones de sus obras -Plegaria a María Santísima del Amparo, Sevilla, Por el río Guadalquivir de la Sinfonía sevillana- y sobre todo componiendo Ocnos a partir de los textos de un vecino de su abuelo llamado Luis Cernuda: pues si Joaquín nació en Buiza y Mensaque, Luis lo hizo en Acetres. Pocas dinastías artísticas vinculadas a Sevilla pueden presumir, entre pintores y compositores, de abarcar tres siglos: desde el nacimiento de Joaquín Turina y Areal en 1847 hasta hoy.

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