La ciudad y los días

Carlos Colón

Juanito Navarro

EN Madrid Juanito Navarro era el chico que había debutado en 1945 en La blanca doble; que entró en la compañía de revistas del maestro Cabrera en 1952 junto a Luis Cuenca, Antonio Garisa y las vedettes Raquel Daina, Carmen Jareño y Amparo de Lerma; que en 1960 pasó a la de Muñoz Román, batiendo récord de permanencia en cartel junto a una casi debutante Lina Morgan; que en 1962, con Antonio Casal, Manolito Díaz y Addy Ventura, formó parte de la de Tony Leblanc; y que desde 1964 se enroló en el imperio de plumas, muslos y lentejuelas de Colsada, con quien llegaría a la cumbre en 1965, dirigiendo e interpretando junto a Addy Ventura Las fascinadoras y protagonizando nueve temporadas con Lina Morgan. Después vendrían, además, el cine y la televisión de las Galas del Sábado Noche y de su dúo cómico de Doña Cocleta y Don Ciruelo con Simón Cabido.

En Sevilla, Juanito Navarro era una foto dedicada en el ambigú del teatro Álvarez Quintero, todo decorado con fotos de cómicos y vedettes, y en El Caserío de la calle Acetres, donde comían los artistas que actuaban en ese teatro al que el Monte de Piedad le amputó su bella escalera de mármoles y pasamanos dorados. Era las revistas que a principios de los años 50 todavía llegaban al Cervantes, en cuyos carteles aparecía en letra chica junto a Luis Cuenca y Manolito Díaz bajo el nombre de la explosiva supervedette Gracia Imperio. Era la presentación en 1952, en el mismo teatro, de la compañía Navarro-Cuenca que Luis y él formaron, con Marujita Fraguas como primera vedette, "la escultural estrella de belleza tropical" Juanita Imperio y los dos cómicos interpretando el cuadro De Río de Janeiro a Sevilla que, supongo, adaptaban a todas las ciudades en que actuaban. Era el estreno de El trust TRIS TRAS en el Álvarez Quintero de 1953 y Una mentira nada más en el San Fernando de 1954, teatro en el que obtendría sus mayores éxitos en 1963, formando cuarteto protagonista con Tony Leblanc, Addy Ventura y Antonio Casal en ¡Todos contra todos!, y en 1965 con …Y parecía tonta junto a Lina Morgan.

Murieron los teatros sevillanos, menos el Cervantes; murió la revista; murió Colsada y deben estar como pasas sus alegres chicas; se van muriendo los mirones y echaos palante que aguardaban la salida de las vedettes en la puerta de artistas que tenía el Cervantes en Trajano, el San Fernando en Muñoz Olivé y el Álvarez Quintero en Arguijo. Y ahora muere Juanito Navarro. Mundos que desaparecen y se perderían, despreciados, si no fuera por libros como el que Julio Martínez de Velasco ha tenido la buena idea de dedicar a la revista.

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