yo invito

José María Morillo

Migas a la andaluza para la señora Cospedal

20 de agosto 2013 - 01:00

INVITAR a la presidenta de Castilla La Mancha y secretaria general de los populares puede ser una osadía, dado que voy a prepararle unas migas. Espero sea comprensiva y no me esgrima aquello de que "Nuestros votantes dejan de comer antes de no pagar la hipoteca". Eso tiene miga. Para dos.

Cortamos media barra de pandeantié en cuadraditos, a pellizcos. En un lebrillo lo dejamos toda una noche de luna llena, salpicándolo con agua y tapado con un paño de cocina. Esa puede ser una noche para acordarse de los antepasados de algún ex tesorero. Y recuerdo aquella frase de mi convidada: "Una indemnización indef... en diferido, en forma efectivamente de simulación... simulación o lo que hubiera sido en diferido en partes de una... de lo que antes era una retribución, tenía que tener la retención a la Seguridad Social". Sobre o nos sobre, ahí está el recuerdo

Y ya estamos en el momento de preparar las migas: pelamos un par de ajos que doramos enteros a fuego lento en una sartén mas bien grande, recipiente donde vamos a hacer las migas en honor de Dolores, en la que hemos puesto un cucharón de aceite de oliva, oro líquido sin ánimo de señalar. Y los vamos a quitar, los dientes, antes de que se quemen. Cortamos 50 gramos de jamón a taquitos, lo mismo de panceta en tiras e igual cantidad de chorizo (cuidado, hay que seleccionarlo muy bien, no nos vaya a quitar la cartera) en taquitos, también. En la sartén doramos ahora los embutidos (con perdón) añadiendo, a continuación el pan, y removemos hasta tener agujetas en la muñeca. Tras 15 minutos incorporamos los ajos reservados y seguimos removiendo el tiempo que haga falta hasta que todo quede integrado en una mezcla y coja el color del oro, algo que a todos nos gusta. Y a servirlo con una guarnición de uvas peladas y melón a trocitos, que cada uno incorpora al gusto y mezcla con las migas, en su plato. Como afirma usted, doña Dolores, las migas, como el PP, "es el partido de los trabajadores". Con permiso del Club Bilderberg.

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