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Charo Ramos

chramos@grupojoly.com

Nueva temporada

Frente al panorama aciago, la Bienal, el Central, Ochoa, Caixafórum y Carmen Laffón nos invitan a ilusionarnos

En este carrusel de malas noticias en el que nos desenvolvemos cada día, mientras las UCI se van llenando en Sevilla y los comercios del centro en cambio se vacían y traspasan, un panorama fantasmagórico que no invita a la esperanza ni la serenidad, hay que buscar razones para el optimismo y pequeños alicientes y brotes verdes hasta debajo de las piedras. La Bienal de Flamenco, que llega este fin de semana a su ecuador, es un buen refugio para los corazones inquietos y difícil lo tiene el festival que dirige Antonio Zoido para igualar el sobresaliente inicio con la malagueña Rocío Molina dando lo mejor de sí misma (su elegancia más íntima y su taconeo más arrollador) junto a las guitarras de Rafael Riqueni, Eduardo Trassierra y Yerai Cortés. Incluso la amarga cancelación del espectáculo El Salto que debía estrenar el pasado viernes el bailaor Jesús Carmona supone, si lo miramos desde otro ángulo, la constatación de que se siguen controles rigurosos y que cualquier positivo en el entorno de una compañía, aunque no afecte a los cabezas de cartel, tiene unas consecuencias inmediatas en pro de la salud pública y del desarrollo, en las mejores condiciones sanitarias, de la Bienal. La misma idea la encontramos en la presentación de la temporada del Teatro Central, que tendrá que ir poco a poco, ampliando o limitando los aforos según avance la pandemia, pero que ha hecho de la necesidad virtud reprogramando los títulos más interesantes cancelados este año y contratando a las compañías y artistas andaluces para garantizarles una red de seguridad ahora que todos somos funambulistas en el oficio de vivir y trabajar. Con semejante afán por mantener viva la llama de la cultura, el escenario de la Cartuja volverá a ser uno de los más interesantes y vanguardistas de Europa.

Ese juramento promisorio lo vemos también en la reapertura hoy de Ochoa (cómo echábamos de menos por aquí sus batidos artesanales) y en la nueva temporada del Caixafórum, que traerá a Sevilla cinco grandes exposiciones donde arte, ciencia, arquitectura y tecnología convivirán de la mano de nombres como Dalí, Cristina García Rodero, Le Corbusier o Pixar. Será una temporada para estar muy atentos a la belleza, al momento preciso, y nadie mejor que la maestra del tiempo suspendido, la pintora sevillana Carmen Laffón, para enseñarnos desde las tres exposiciones que le dedicarán el CAAC, el Museo de Bellas Artes y la Fundación Cajasol a mirar la eternidad de un instante, ya se trate de una puesta de sol sobre el coto o de la luz sobre esas salinas de Bonanza que inequívocamente remiten a Cádiz y a la alegría.

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