Onda vital

SOY de los que defiende el doblaje de series y películas al castellano. En España tenemos una industria de una calidad más que notable en ese sentido, aunque con los niños de Stranger things den ganas de arrancarse los tímpanos. Estamos tan acostumbrados que ya apenas reparamos en lo chocante que resulta que la voz no vaya con el movimiento de los labios. Está claro que el trabajo del actor se pierde en gran medida, pero es peor si leemos a Shakespeare traducido a la lengua de Cervantes. Pero claro, aquí el número de defensores acérrimos de la versión original desciende de forma drástica. Es lo que tiene que no se pueda subtitular un libro y dárselas de erudito.

En España hay estupendos actores de doblaje. Asociamos una voz a un determinado actor, o incluso a varios, y no podemos hacernos a la idea de que otra persona coja el relevo. Espero que Carlos Latre esté trabajando ya para sacar la voz de Constantino Romero, porque en breve vuelve Darth Vader en un spin off de La Guerra de las galaxias (yo es que no digo Star Wars), porque "Yo soy tu padre" no lo puede decir nadie más así a la ligera.

Por eso entiendo que los fans de Bola de dragón hayan cogido las antorchas y las horcas por el cambio de voz de Goku ante el estreno de Dragon Ball Super. José Antonio Gavira, encargado del doblaje de este mítico personaje, se ha caído del proyecto. La productora ha decidido no contar con él en esta ocasión. Si soy sincero, a mí nunca me convenció. No fue la primera persona que le puso voz al bueno de Son Goku, y ya hace veinte años no me gustó. Primero por el cambio en sí (es uno de los grandes riesgos y males del doblaje), y luego porque es un registro que no me pegaba para el personaje. Pero sí reconozco que ya me cuesta escuchar al guerrero del espacio con una voz que no sea la de Gavira. De todas formas, vistas en Japón la calidad del dibujo y las tramas de la nueva etapa de la serie, no creo que quién grite lo de "onda vital" vaya a ser el mayor de los problemas.