Teatro

De precaria economía, aguanta temporada tras temporada, década tras década y siglo tras siglo

Losaños pasan y al inicio de la primavera, cada veintisiete de marzo, las gentes del escenario celebramos el Día Internacional del Teatro. Un viejo arte que surge desde lo profundo de los ritos más ancestrales y que desde Grecia hasta nuestros días busca mantenernos en vilo, en un disfrute presencial y poético, en un encuentro directo entre espectador y espectáculo, entre realidad y metáfora, como solamente el teatro es capaz. Apuesto por el espectáculo cercano y directo, que hable de verdades universales y próximas, que lo son porque seguimos siendo los mismos para los que escribieron Sófocles, Shakespeare, Calderón de la Barca, Lope de Vega, Chejov o Brecht. El teatro es un arte efímero y por ello se alimenta del instante, es espontáneo, vive del entusiasmo, se metamorfosea y siempre es nuevo. Nuevas gentes se incorporan a su disfrute, en el escenario y en el auditorio. De precaria economía, aguanta temporada tras temporada, década tras década y siglo tras siglo. No todos pueden decir lo mismo.

Cada año se publican los hábitos culturales de los españoles por el Ministerio de Cultura, desde hace ya décadas, información que resulta de máximo interés para ver nuestra evolución en el consumo y disfrute de las actividades culturales. Como en tantas cosas, los pandemia ha sido un paso atrás y se recuperan poco a poco los números de 2019, que fueron los mejores en mucho tiempo. De la mano del turismo, la visita a monumentos y museos está al nivel de las fiestas tradicionales y la mitad de los españoles hemos disfrutamos de ellos en el último año. Junto con la lectura de libros no relacionados con nuestra profesión, que llega casi hasta un sesenta por ciento, con mayor número de lectoras. Pero si nos fijamos en las artes escénicas y en la música los números son menores, pero muy favorables al teatro. La cuarta parte de los españoles, que no es poco, han ido al teatro el año pasado, pero solamente uno de cada diez ha ido a ver un espectáculo de danza o un concierto de música clásica.

La pandemia obligó a quedarse en casa y bien sea por eso o porque los hábitos están cambiando, lo cierto es que el ocio por internet (música, deportes, cine y juegos) se ha disparado y ya lo consumen tres cuartas partes de todos nosotros. Alguno dirá, pero seguro que van muchos a ver deporte, futbol y todo lo demás. Pues no. Apenas uno de cada tres hemos ido a ver deporte en directo en los últimos doce meses. Quizá por eso los clubs están tratando de rentabilizar sus costosas instalaciones abriéndolas a todo tipo de actividades para hacerlas rentables el máximo de días al año. ¿Y a las corridas de toros, cuantos españoles han ido últimamente? Pues no más del ocho por ciento. Algunos dirán que son demasiados y otros que es una pena. Ya saben, opiniones, pero la verdad es que menos van al ballet y muchos menos a la ópera. Y son números para toda España. Claro que, según los datos, lo que más nos gusta es estar en una terraza delante de una cerveza o una copa de vino.

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