La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

Casi 50 años de la Feria en Los Remedios

En 2023 tenemos celebración redonda de un traslado que fue un hito y que muchos vecinos quieren conmemorar con alegría

Caballistas en el real de los Remedios

Caballistas en el real de los Remedios / M. G. (Sevilla)

El barrio de Los Remedios acogió la Feria de Sevilla por primera vez en el año 1973. Por eso hay vecinos y comerciantes que preparan ya con ilusión una conmemoración que supone un hito en la gestión de las fiestas mayores de la ciudad. El alcalde que impulsó el traslado fue Juan Fernández Rodríguez García del Busto (1916-2011). El Prado se quedó desde entonces mucho años sin un uso definido, más allá del de aparcamiento desorganizado y espacio para acontecimientos musicales como el muy recordado Cita en Sevilla. No fue hasta la corporación municipal del PP y el PA (Soledad y Alejandro, Alejandro y Soledad) cuando se apostó con acierto por los jardines actuales.

49 años después el traslado ha sido un éxito rotundo. Aunque, nuevamente, está pendiente el uso de los terrenos de la Feria el resto del año. Algunas calles, las más próximas a los Remedios, se usan para estacionamiento de vehículos. En dos ocasiones, el terreno de la Calle del Infierno ha acogido grandes ceremonias presididas por el Papa: la canonización de sor Ángela en 1982 y la clausura del Congreso Eucarístico en 1993. Pero poco más. Son frecuentes las quejas de los vecinos pro los efectos de una Feria que cada día dura más. Ahora ocupa dos fines de semana por presiones de los hoteles cuando antes arrancaba el lunes por la noche, y en períodos anteriores todavía era más corta.

Las calles del barrio son estos días urinarios y lugares de botellonas, lo que el Ayuntamiento quiere evitar a toda costa. Es cierto que los residentes han de sufrir los peores efectos de la Feria desde que cae el sol hasta cada amanecida. Pero también que para muchos es un honor y una comodidad tenerla cerca. Por eso está bien que se celebre su traslado a los Remedios. En los años de la crisis económica quedó descartada su mudanza al Charco de la Pava, sobre todo porque los últimos días se disfruta de una Feria con mucha menos gente. No hay bolsillo ni cuerpo que aguante el modelo de una fiesta de sábado a sábado con el aperitivo de la llamada pre-feria. Mejor dejar la Feria en los Remedios por mucho que haya peticiones para doblar las casetas, sobre todo porque después los socios no tienen capacidad para darles vida tantos días. Aquella primera Feria en los Remedios fue completa en mayo, como la actual. Para el recuerdo quedan unas casetas sin cocinas, donde se respetaba el turno de mañana y el de la noche, con el tío de la nieve reponiendo de hielo las neveras y, sobre todo, mucho fino. La manzanilla era una excepción. El rebujito no existía. Pero sí la parada de taxis con el globo de Ecovol, el economato que un día salió ardiendo.

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