La España esteparia

03 de septiembre 2025 - 03:09

Si no se toman decisiones valientes, estructurales y de fondo es dejación de funciones: después de ganar unas elecciones (aunque sea por la mínima), hay que gobernar y gestionar. Y se espera que con un mínimo de profesionalidad y de efectividad. Al otro lado está la estrategia del avestruz: enterrar la cabeza y esperar a que pase la crisis. Las palabras justas, alguna foto sin mucho protagonismo (discreta y bien planificada) y mucho buenismo. Ni frío ni calor; un sí pero no; algo que no escueza más de la cuenta.

La España de la polarización: no hacer nada es indolencia y hacer mucho es oportunismo. ¿Entonces?

El presidente del Gobierno abrió este lunes el curso político lanzando diez grandes líneas de trabajo como una “propuesta abierta” a los partidos políticos y la sociedad civil para hacer frente al calentamiento global: desde crear una Agencia Estatal de Protección y Emergencias a la puesta en marcha de una red nacional de refugios climáticos en pueblos y ciudades. Venimos de un verano de récord y, tristemente, no por la consolidación del país como destino turístico global. Solo en agosto se han registrado 130 incendios con 330.000 hectáreas arrasadas. En cinco años, el Estado ha gastado 32.000 millones por fenómenos extremos y más de 20.000 personas han muerto por causas ligadas al cambio climático. El mismo presupuesto, decía Pedro Sánchez, que se ha invertido en políticas educativas. La ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, completaba el perfil siniestro de la fotografía: en 2050 España habrá pasado de tener un clima mediterráneo a uno estepario. Esa calima y esas tormentas secas del Sáhara que ya vemos en Andalucía.

Por encima de datos y medidas, y de ese utópico Pacto de Estado que tan lejos sitúa el negacionismo de unos y la politización de todo (incluida la justicia), lo más relevante que ha pasado este verano en España (o debería serlo) es comprender que no estamos ante una “emergencia” sino ante un desafío estructural; que no son políticas de parcheo y urgencia lo que necesitamos sino actuaciones transformadoras y de calado. Es justo el análisis que hace unos días me hacía una directiva de Oxfam Italia reflexionando sobre las políticas europeas de migración y es la misma lección que deberíamos aprender ante el cambio climático. Pero aquí es donde España emerge, en el sentido más poliédrico de la palabra, como una inmensa y desoladora estepa.

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