La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

La gran chapuza de las fuentes de las Setas de Sevilla

Urbanismo admite que no se encienden por falta de higiene. El propio Distrito pide que se demuelan y se planten árboles El asco de los chorros de agua en la Alameda de Hércules

Una de las fuentes  a ras de suelo de las Setas de Sevilla

Una de las fuentes a ras de suelo de las Setas de Sevilla / M. G. (Sevilla)

VAYA por delante que no nos referimos a la histórica fuente, preciosa donde las haya, que preside la zona de la plaza conocida como la Encarnita. La Comisión Provincial de Patrimonio dictaminó en 2013 que no se podía trasladar a la Plaza de la Contratación porque se trata de un “elemento original”, donde se instaló en 1720, y por lo tanto no se debe sacar de su contexto. De risa. ¡Eso dijeron después de haber permitido nada menos que la construcción de las Setas a veinte metros de la pobre fuente! O eran unos ignorantes, o unos desahogados, o directamente nos tomaron por memos. Ahora el problema no es con esta fuente, sino con las que se colocaron en el Metropol para generar una sensación de frescura en la ciudad de los seis meses de calor. De frescura, nada. Y frescos sigue habiendo como para montar un tramo extenso con estandarte y cuatro varas.

¿Alguien recuerda que estas fuentes estaban a ras de suelo con el efecto estético de chichones? El tabernero y escritor Enrique Becerra las bautizó como gurumelos por respetar la temática de las Setas. Sólo funcionaron el día de la inauguración. Chimpún. Debut, despedida y cierre. Hasta hoy. Un fracaso de fuentes. El Ayuntamiento reconoce el problema en una respuesta oficial: “El diseño de estos elementos no permite la introducción de esas instalaciones que requieren de una cámara técnica con un complejo y costoso sistema de tratamiento. No se encuentran en funcionamiento porque no disponen de las instalaciones necesarias que se requieren con la vigente reglamentación higiénico-sanitarias”. Con la morterá de dinero público que se dedicó a la construcción del mamotreto, nadie tuvo en cuenta el sistema adecuado para las fuentes, nadie supervisó que se adaptaran a la normativa y nadie ha pedido cuentas de un resultado negligente.

Tan clara es la respuesta que firma el gerente de Urbanismo que el Distrito Casco Antiguo ha pedido con buen criterio que sean demolidas (así evitamos los resaltes en el pavimento) y se sustituyan por árboles que proporcionen sombra “en este espacio tan concurrido”. Estamos ante la enésima chapuza que sufrimos los sevillanos después de inversiones millonarias. Nos cuesta un mundo disfrutar de una gestión que sencillamente tenga en cuenta los aspectos que nos hacen más agradable la vida cotidiana. Está muy bien acoger la ceremonia de los Goya, la Agencia Española del Espacio y la entrega de los Grammy. Pero que no nos timen con la sombra y el agua. Que hemos pagado y seguimos abonando una pedazo de obra y... no funcionan las fuentes porque el agua que saldría de ellas sería... sucia. Una chapuza.

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