Un día en la vida

Manuel Barea

mbarea@diariodesevilla.es

No era una inocentada

Algunos aún no se han enterado de que el Covid no es fruto de la ficción ni para tomarlo a chacota

Sale esto el 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, y es una pena que no pueda decir, a tres días de su final, que 2020 ha sido una broma blanca con la que poder reírnos todos después de ser descubierta y revelada. Por el contrario, a esas 72 horas de su conclusión sólo puede decirse que el año ha sido una broma macabra, siniestra, perpetrada por algo que nos era desconocido -y que sin embargo ha contado con colaboración, digamos inconsciente en un alarde de benevolencia navideña, por no faltar al tradicional espíritu de estas fechas- y que ha expandido la desgracia por buena parte del planeta.

Así que no está la cosa para risas. Y nos las hemos echado en alguna que otra ocasión, desde aquel 14 de marzo que parece ya tan lejano, pero no por haber caído bajo los efectos de ese optimismo del que algunos hacen doctrina y religión, sino porque hasta en los momentos de mayor penuria no podemos resistirnos a nuestra condición de seres tragicómicos y desde luego ridículos. Sí, caeré en el tópico: miren si no a la mayoría de los políticos, y no sólo a los nuestros, también a los de otros países, bastante más influyentes y decisorios sobre cualquier asunto internacional. ¿No es para reírse, por no llorar? Hay veces en que es inevitable recurrir al cliché: ¿Tienen los políticos culpa de lo que está pasando? No. ¿Son los políticos los responsables de cómo está pasando? Sí.

Pero también muchos ciudadanos. Sobre todo los obstinados en que esto es una broma. O una conspiración de multibillonarios. O la avanzadilla de un ataque extraterrestre inminente. O un designio divino. Y por lo tanto nada se puede hacer y lo mejor es dejarse ir.

Antaño, la prensa española incluía en su edición de hoy (28 de diciembre) una inocentada. Era un juego con los lectores. Con el tiempo, las Olimpíadas y la Expo y el AVE y todo lo demás nos volvimos muy formales -o europeos- y dejamos de hacerlo. Quién nos iba a decir que aquella chanza era el antecedente de estas fakes que tanto proliferan ahora y nosotros sin saberlo. Recuerdo una con la que alcanzamos nuestro objetivo en Diario de Jerez. Publicamos que el alcalde, Pedro Pacheco, había vendido los Montes de Propios. Un concejal de la oposición llamó iracundo a la redacción para que publicáramos su protesta y rechazo (ahora pienso que el mérito no fue nuestro: se ve que creía a Pacheco capaz de todo).

Ojalá el año pasado por estas fechas se nos hubiera ocurrido que un bicharraco tan minúsculo que se mide en nanómetros iba a causar este desastre. Algo en plan Orson Welles y su guerra de los mundos. Pero no somos genios. No, el Covid-19 no es fruto de la ficción ni para tomarlo a chacota. Pero algunos -parece mentira- aún no se han enterado. ¿Qué hacen ahí riéndose? Igual lo están incubando y no lo saben. Menudo 2021 les espera.

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