Puntadas con hilo

María José Guzmán

mjguzman@grupojoly.com

Un 'lobby' turístico en las Tres Mil

Las principales agencias del mundo saldrán de la capital monumental para conocer otras Sevillas

Quizás el título parezca disruptivo, como se dice ahora. Tanto como la iniciativa que enuncia y que promueven los organizadores de un congreso que tendrá lugar en febrero en Sevilla. Es algo así como un evento de eventos, porque reunirá en la capital a más de 500 profesionales de empresas que organizan convenciones, asociaciones internacionales que basan su desarrollo en los congresos, agencias internacionales y proveedores especializados en el denominado segmento MICE. Prescriptores de destinos y tendencias que no sólo vendrán a Sevilla para debatir sus temas y conocer las nuevas modas, sino a aprender nuevas formas de trabajo, experiencias que trasladarán luego a sus clientes en un mercado con mucha competencia. Ciudades monumentales, con buena gastronomía, clima, atractivos culturales y buenas conexiones hay muchas. Sevilla parte ahí de una buena posición, pero para dejar huella en estos visitantes necesita ofrecer algo más. Y lo hará.

Y ahí encaja esa visita a las Tres Mil. El congreso formativo EMEC (European Meetings and Events Conference) es una oportunidad para enseñar esa Sevilla que no sale en los vídeos promocionales y cuestionar eso de que el turismo sólo beneficia a unos cuantos, eso que repiten muchos en la ciudad. El Sevilla Convention Bureau, con el apoyo de Turismo Andaluz, Turespaña, la Cámara de Comercio de Sevilla y más de 40 empresas locales del sector, ha diseñado un congreso (y esa autogestión ya es una innovación también) para sorprender a la MPI, la mayor asociación de profesionales de eventos y reuniones del mundo. Un lobby muy poderoso que busca inspiración y aprendizaje. Y en la búsqueda de la excelencia que persigue Sevilla hay que inventar nuevas cosas.

Dentro de las actividades de este particular congreso, los participantes podrán hacer un ejercicio de organización dentro de la estresante cabina de un avión que permitirá poner en el foco la pujanza económica del sector aeronáutico, pues se desarrollará en la factoría de Airbus. También habrá otra cita en el club El Zaudín, donde los congresistas tratarán de emular el liderazgo que ejercen los caballos observando su comportamiento ante una manada. Entre las bambalinas del Teatro de la Maestranza, tomarán apuntes de la lección que supone la dirección de una ópera, que es sin duda un gran evento en sí. Pero lo más rompedor será sacar a los participantes del confort del hotel y trasladarlos hasta una de las zonas más deprimidas de España. Sobre el terreno, podrán conocer esta realidad y se espera que aporten soluciones. La ocasión de visibilizar no sólo la vergüenza, también las posibilidades de un territorio donde ya trabajan fundaciones como Alalá, centrada en integrar a los más pequeños desde al arte y la cultura.

Más que un gesto de responsabilidad social corporativa, que lo es, la intención es que esta Sevilla que no sale en las guías turísticas marque al congresista que luego se encargará de contarlo a potenciales clientes. Ojalá no se quede todo en un experimento de marketing.

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