Puntadas con hilo

María José Guzmán

mjguzman@grupojoly.com

La operación estropajo

La insalubridad es algo que ningún gobierno debe permitir ni minimizar, como se hace en Sevilla

La Operación Estropajo de Beltrán Pérez la pasada semana en la Plaza Nueva ha sido todo un acierto en términos de marketing. La prueba es que, en cuestión de horas, el vídeo se viralizó. Sí, es una nueva forma de medir el éxito o fracaso de las políticas y seguro que a muchos ese baremo le parecerá cuestionable. Ése es otro tema. Pero, sin entrar en él, hay más: el punto del líder del PP fregando baldosas con un quitagrasas le ha permitido, por primera vez desde su hundimiento electoral, brillar en un suelo gris y anotarse un tanto como líder de la oposición. No habían pasado 24 horas cuando las máquinas de Lipasam se esmeraron como pocas veces en sacar los colores a la solería. Las casualidades no existen.

La estrategia marketiniana es poco original. Algunos al instante recordaron un vídeo del también popular José Luis Martínez Almeida durante la campaña de las pasadas elecciones en Madrid, cuando se arremangó para borrar, sin éxito, una pintada de la capital. Muchos menos recordaron que el entonces candidato de Ciudadanos, Álvaro Pimentel, también cogió una escoba y se puso a barrer las calles.

Popular, populista..., ¿cuánto de demagogia hay en estos actos? La política es eso... política. ¿O no se acuerdan de cuando Zoido cogió la pala en el asentamiento del Vacie? Es sólo un ejemplo, episodios hubo muchos más y sonados. Se puede sembrar el pánico con fotos de ratas en los parques y en las orillas del río. En París un verano tuvieron incluso que cerrar los parques. Ojo: que sea algo más o menos habitual en algunos sitios no quiere decir que sea normal ni mucho menos. La insalubridad es un problema que una gran ciudad que aspira a ser referente en el mapa nunca debería permitirse ni minimizar, como se hace hoy desde el gobierno. Pero tampoco es lo mismo una, dos o hasta diez ratas en el parque de Miraflores que en los veladores de la calle San Fernando. ¿Se acuerdan? Fue en 2012, siendo concejal de gobierno Beltrán Pérez.

El tema de la suciedad viene de lejos y da para muchos debates, hilos y memes. Y, hasta la fecha, nadie ha sabido gestionarlo con acierto. El alcalde Juan Espadas dijo hace unos meses que era una cuestión de percepción ciudadana, restándole importancia y repartiendo culpas con los más íncivicos y asquerosaos, que haberlos haylos. Error gordo. Sevilla está sucia, mucho más que en los últimos años. Y Espadas, si no lo ve, lo ha tenido que oír a mucha gente que no sólo critica, sino que apunta soluciones. Hay que reorganizar Lipasam, lo dice el PP y cualquiera con sentido. Y éste es un tema en el que Espadas, no se sabe por qué, no entra de lleno. ¿Qué pasa en la empresa?

El vídeo de Beltrán Pérez ha estado bien, ha dado un buen golpe. Pero ya basta de política barata. El PP sentía en el anterior mandato la presión de ejercer una oposición responsable para evitar que la aritmética que necesitaba el gobierno en minoría frenara temas claves para la ciudad. Ahora el PSOE va solo y se ha despistado bastante con el tema de la limpieza y el PP debería aprovechar y no perder más tiempo en redefinir su papel de oposición fuerte y útil. Por Sevilla.  

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