El pescozón a Zapatero

Está muy bien la respuesta que el ex presidente ha recibido de la portavoz socialista de Castilla-La Mancha

El derecho a una política aburrida

El buen socialista y el mal socialista

José Luis Rodríguez Zapatero.
José Luis Rodríguez Zapatero. / M. G.

18 de julio 2025 - 04:00

Las declaraciones de los políticos suelen ser aburridas, previsibles, simplonas, se ajustan a un argumentario elaborado al alba y aportan pocas novedades, más allá de conocer la posición del partido repetida por los principales barandas en distintos platós, estudios y formatos. Cuando se ven en televisión tienen, al menos, el interés de contar cuántos partidarios se colocan detrás del busto parlante asintiendo absurdamente a todo lo que diga el jefe. Llama la atención ese asentimiento perruno para subrayar el blablablá. Siempre hay que contar el número de los que se prestan a una exhibición que se reviste de espontaneidad y naturalidad. Estos días hemos celebrado la respuesta de la consejera portavoz del gobierno de Castilla-La Mancha, la señora Esther Padilla, al ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, el de las incursiones en Venezuela como observador electoral, un país con un enorme déficit democrático y con palmarias agresiones a los derechos humanos. Padilla fue preguntada por las declaraciones del avieso socialista la noche anterior en TVE, donde no dejaba hablar a los tertulianos, mencionó varias veces a su mujer (otro que explota la condición de 'enamorado') y tuvo la elegancia de reprocharle a García Page que en su día lo ayudó a conseguir los votos de Podemos para ser investido presidente de la comunidad autónoma. Zapatero contó que asistió a una cena con los entonces emergentes dirigentes de la formación morada. Por esa razón, García Page debería tragar con los desmanes del sanchismo, quedarse quieto cuando se entona el Prietas las filas, callar, asentir y ser leal al zapateriano modo. Esther Padilla, lejos de aburrirns, explicó que una cosa es ser leal y otra muy distinta ser un fan. ¡Albricias, la gran clave! El fan es partidario de su líder haga lo que haga. El leal denuncia las cosas que el líder hace mal, asume el riesgo de decirle al rey que está desnudo, contribuye a que tenga una correcta percepción de la realidad y lo salva de aduladores que solo quieren mantener su posición en la curia monclovita.

Si el activismo se disfraza de periodismo, la militancia exige docilidad. La discrepancia se penaliza con la vitola de traidor. Y lo peor de todo es que los inquisidores no se esconden. Zapatero queda a la altura del betún una vez más. Alude a una supuesta hipoteca contraída por Page que debería pagar con el silencio y la sumisión al presidente del Gobierno más débil de la democracia y el que está llegando más lejos que nadie para permanecer en el poder a base de tratar de convencernos de que llueve hacia arriba. Don Emiliano podría también hacer más con los ocho diputados de su tierra que se sientan en el Hemiciclo. Pero, en fin, algo es algo en este tiempo de podredumbre intelectual que lastra la política nacional. Bien está su discurso cuando llama a ciertas cosas por su nombre en consonancia con Felipe, Guerra, Lambán, Borbolla, etcétera. Sánchez gana tiempo, vence cada amanecer que se despierta en la Moncloa. Y mientras logra asideros como la imputación de Montoro o el auto judicial a favor de Bolaños.

stats