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¡Oh, Fabio!

Luis Sánchez-Moliní

lmolini@grupojoly.com

La política secreta de Sánchez

La entrega de Pamplona a Bildu es una prueba evidente de que Sánchez ya no cree en la nación española Mis amigos comunistas

Homenaje a una víctima del terrorismo en Navarra.

Homenaje a una víctima del terrorismo en Navarra.

LA Europa de principios del siglo XX saltó por los aires por culpa de la diplomacia secreta. Una maraña de alianzas y pactos sigilosos propició que, por un atentado terrorista, el Viejo Continente desembocase en las matanzas de Verdún y el Somme. Tan evidente fue que el secretismo había conducido a la Gran Guerra que el primero de los famosos 14 puntos de Wilson, aquellos con los que el bienintencionado presidente yanki pretendía arreglar los problemas de Europa, prohibía expresamente la diplomacia secreta. Todos los convenios debían ser abiertos.

Son otros los tiempos, otros los escenarios y otros los actores, pero resulta muy llamativo que Sánchez haya resucitado en España la política secreta y que los ciudadanos nos levantemos todos los días con alguna nueva consecuencia de sus top-secrets. Lo último, ya lo saben, es la entrega de la Alcaldía de Pamplona a EH-Bildu.

Pamplona no es una ciudad cualquiera. No es Soria, Lugo o Córdoba. Pamplona es la capital de Navarra, el bastión de un foralismo españolista que ha resistido contra viento y marea ante un nacionalismo vasco generosamente regado de dinero público por todas las administraciones. La resistencia frente al panvasquismo le ha costado a Navarra sus buenos muertos, aunque los socialistas quieran ahora olvidar este pequeño detalle. La entrega de Pamplona a Bildu, herederos morales de ETA por mucho que se vistan de seda, es una prueba de que Sánchez ya no cree en la nación Española, por lo menos mientras sea un obstáculo para sus ansias de poder. Lo más reprobable es que todo lo ha hecho con pactos secretos y aviesos, engañando a los ciudadanos navarros y españoles.

Ha empezado a cundir el desasosiego en la opinión pública. ¿Cuántos acuerdos secretos quedan por conocer? ¿Se va a activar el mecanismo constitucional que permite la anexión de Navarra al País Vasco? ¿Habrá referéndums de autodeterminación en esas autonomías que tan torpe e inexactamente se han llamado nacionalidades históricas? Con Sánchez y sus secretos todo es posible. Y lo peor es que siempre encontrará a políticos y periodistas que le sirvan de claque.

Europa saltó por los aires hace más de cien años por culpa de la diplomacia secreta. En España ya veremos lo que ocurre. Pero Sánchez está haciendo todo lo posible para que el país, tal como la conocemos, desaparezca. Es lo que llaman plurinacionalidad.

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