En precario

Pase lo que pase con Espadas y su aventura autonómica, la Alcadía de Sevilla estará precarizada hasta 2023

16 de mayo 2021 - 01:46

Las próximas elecciones municipales se celebrarán dentro de dos años. Es decir, que estamos ahora a la mitad del mandato y Sevilla está ya condenada a tener un alcalde en precario hasta 2023 pase lo que pase en los próximos meses en la política local y en la andaluza. De hecho, lo tiene ya: Juan Espadas está, como parece inevitable, dedicado en cuerpo y alma a su tarea de ganar las primarias del 13 de junio y convertirse en candidato socialista a la Presidencia de la Junta, primero, y secretario general del PSOE andaluz, después, con lo que la cabeza -y mucho del cuerpo- la tiene ya fuera de la Plaza Nueva. Pedirle otra cosa rayaría lo absurdo. Si gana ha dicho que se quedará en el puesto hasta que el presidente Moreno convoque las elecciones autonómicas. Será la perfecta representación del pato cojo en terminología política estadounidense. Pero si pierde la cosa no va a ser mucho mejor. Todo lo contrario, será un alcalde derrotado al que la facción ganadora de su partido intentará pasar a cuchillo lo antes posible.

Si finalmente gana y, ya con las autonómicas convocadas o no, abandona el Ayuntamiento, tendrá que dejar a un interino de su actual equipo de Gobierno. Las quinielas de este momentos -estas cosas cambian a gran velocidad- dan como lo más probable que se quede en la Alcaldía provisional el concejal progre Antonio Muñoz y que el más conservador Juan Carlos Cabrera acompañe a Espadas en su aventura autonómica. El que se quede tendrá el estigma de la provisionalidad y de no haber sido santificado por las urnas, sea convertido rápidamente en candidato oficial para 2023 o tenga que aguantar el papelón de que le pongan un candidato por fuera, que sería el verdadero protagonista de la vida municipal.

Dos años de gobierno local capitidisminuido y precarizado seguro que no es una buena idea para la ciudad, por muchos intentos que se hagan para, en lo posible, blindar la gestión. Además, se corre el riesgo político de poner en peligro la Alcaldía de Sevilla, la más importante que tienen los socialistas en España. El objetivo es conquistar la Junta de Andalucía perdida por Susana Díaz. Pero nada garantiza que la operación que se ha puesto en marcha con Juan Espadas vaya a conseguir ese fin. De hecho, con los datos de las últimas encuestas en la mano e incluso con la percepción social que se respira en la calle se antoja muy complicado.

¿Va a merecer la pena dejar en precario la Alcaldía de Sevilla durante tanto tiempo? No lo sabremos hasta que pasemos por las urnas para renovar la Junta y el Ayuntamiento. Pero de lo que no cabe duda es de que se trata de un movimiento lleno de riesgos en un momento especialmente complicado en el que, también desde un punto de vista político, cualquier cosa puede pasar.

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