Una corriente de optimismo se ha enseñoreado de la vida de este país y la sensación de que vamos a remontar crece a diario. Se ve en el talante de la gente, se nota en la calle y mucho más va a notarse si el martes sale de las urnas del Foro un gobierno que impulse las ganas de vivir. Será clave que los populismos queden arrumbados y que triunfe la verdadera democracia para que este país vuelva a ser la sucursal que era del Paraíso Terrenal. Tengamos un sistema autonómico o federalista, la locomotora que tira de este país es Madrid y que Madrid arroje a los populistas por la borda será providencial para el progreso y también para el confort que disfrutábamos. Y en el meollo de todo esto bienvenido sería el retorno a nuestras vidas de la buena educación, sobre todo a las instituciones que manejan nuestro día a día. Sé que eso es pedir demasiado, pero soñar es gratis.