La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La alegría de Fito
RECIENTEMENTE, de forma previa a la entrega en Lausana del dossier completo al COI, se publicó en la prensa el proyecto olímpico de Madrid 2020 con su previsión de sedes para los diferentes deportes y sus presupuestos. Analizando los mismos, se puede apreciar claramente que son unos números rigurosos y acordes a los momentos de crisis que nos asuelan. Un control exhaustivo de gastos y un aprovechamiento mayor de algunas infraestructuras ya existentes contribuyen a dar una imagen que no tiene nada que ver con sueños olímpicos anteriores. Austeridad, lo que demandan estos tiempos.
Resulta destacable que se dediquen más de 190 millones de euros al canal de remo y piragüismo de pista en Getafe (93,6), incluyendo la construcción de un puente en la M-45 (65,5) y sus accesos (32,7). Si analizamos el capítulo de sedes de los diferentes deportes, vemos que de concederse los Juegos, éstos se desarrollarán mayoritariamente en Madrid, pero la vela lo hará en Valencia y el fútbol en Málaga, Córdoba, Valladolid, Zaragoza y Barcelona. ¿Por qué no tenemos nada en Sevilla?
Es evidente que a la capital de España le vendría bien un canal de remo -ojalá hubiera uno en cada comunidad autónoma, podrían pensar aquéllos que igualmente quieren un aeropuerto en cada provincia, como los de Castellón y Ciudad Real-, pero atendiendo a las apreturas económicas en que nos movemos, ¿es necesario ese gasto? ¿No se puede utilizar el canal de regatas de la Cartuja, uno de los mejores de Europa, situado a poco más dos horas en AVE de la capital, donde se han celebrado eventos del más alto nivel?
Me niego a pensar que pueda ocurrir algo similar a lo acontecido con los Juegos del Mediterráneo de Almería 2005, donde el empecinamiento de que estos dos deportes no se celebraran en el puerto de la capital -seguro que no en unas condiciones óptimas- tuvo como resultado que se gastaran 15 millones de euros (sí, 2.500 millones de pesetas) en construir un canal de regatas en Cuevas de Almanzora, instalación que una vez pasado el evento se cedió al Ayuntamiento y que se ha ido deteriorando a pasos agigantados por falta de fondos para su mantenimiento en condiciones mínimamente aceptables. Durante ese proceso le comenté a uno de mis entonces superiores que alguien les había tomado el pelo con lo de Cuevas, donde se había tirado el dinero, y me contestó: "No, a nosotros no, eso lo ha pagado entero la Diputación". Supongo que mi cara enrojecería, mitad vergüenza, mitad indignación. Huelgan comentarios.
Es el momento de que nos unamos todos, instituciones públicas, clubes y deportistas, y traslademos a los presidentes de las federaciones españolas de ambos deportes -por cierto, uno de ellos andaluz- nuestra petición, para que ellos la eleven al CSD, al COE y al COJO Madrid 2020.
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