EL Íbex 35 cerró la sesión de ayer con un recorte del 0,15%, lo que llevó al selectivo a permanecer por debajo de los 10.300 enteros (10.261,8), lastrado por la banca. En el mercado de deuda, la prima de riesgo se colocó en 133 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 2,159%.
El selectivo comenzó la jornada en positivo, pero tras la reunión del Banco Central Europeo (BCE) en la que se mantuvieron los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,05% y se avanzó la posibilidad de poner en marcha nuevas medidas para estimular la economía, los inversores iniciaron las ventas.
Sabadell se convirtió en el farolillo rojo de la sesión, con un retroceso del 2,22%, seguido de Caixabank (-2,22%) y Bankinter (-1,77%). Tampoco lograron mantener el tipo Bankia (-0,8%), Santander (-0,79%), BBVA (-0,5%) y Popular (-0,4%).
La otra cara de la moneda la mostraron DIA, que repuntó un 2,6%, Grifols (+2,2%), OHL (+1,8%), Técnicas Reunidas (+1,8%) y Mapfre (+0,9%).
Los blue chips consiguieron salvar el positivo en su mayoría, a excepción de los dos grandes bancos. Repsol avanzó un 0,7%, Iberdrola un 0,5%, Inditex un 0,16% y Telefónica un 0,04%.
De este modo, el Íbex 35 cerró la sesión como una de las peores plazas del Viejo Continente, por detrás de Fráncfort (+0,6%), París (+0,46%) y Londres (+0,14%). En el mercado de divisas, el euro se intercambió a 1,2418 dólares.
Los analistas señalan que las bolsas europeas no se han visto afectadas por las conclusiones de la reunión del BCE, pese a que las posibilidades de que se anuncien nuevos programas de estímulo en un futuro cercano han aumentado. "En otro contexto, el movimiento de las bolsas europeas en el día de hoy habría sido bastante más explosivo. Las subidas que se han producido durante la rueda de prensa se han desvanecido, y el cierre ha quedado lejos de máximos", describieron.
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