El sembrador de dudas

NOTAS AL MARGEN

La investigación será tan amplia, que cuando se sepan las causas del apagón, la red se alimentará del núcleo del centro de la Tierra

El sembrador de dudas
El sembrador de dudas / Dpto. de Diseño

04 de mayo 2025 - 05:59

EL método del calamar del Gobierno de Sánchez es siempre el mismo. Ante cualquier catástrofe, sea un volcán envenenado, una dana mortal o un apagón histórico, echamos la culpa al primero que pase, sembramos todas las dudas del mundo y dejamos correr el tiempo. España es un país tan alegre que no recordará nada en un mes. Muchas preguntas quedarán flotando sin respuesta y no pasará nada: ¿qué sucedió antes de la repentina pérdida de potencia eléctrica?, ¿fue un error humano, una tormenta perfecta, un fallo en los equipos de protección?, ¿y por qué el Gobierno no asumió el mando en todo el país? La investigación anunciada a bombo y platillo será tan exhaustiva, acumulará tantos informes y comisiones, que para cuando se conozcan las causas alimentaremos la red eléctrica del núcleo central de la Tierra. Entretanto, cuanto más cargado de electricidad esté el ambiente, mejor para Sánchez. La nueva era digital ha cambiado la manera de vivir y hoy ni se trabaja ni nos relacionamos como antes. Internet ha variado hasta la forma de aprender, de componer y de pintar. Pero los golpes bajos entre los políticos y su oratoria hueca permanecen inalterables con el tiempo. El Gobierno juega al despiste con verdades a medias porque no dispone de luces suficientes. Menos mal que ahí estaba el primer ministro de Portugal para informarnos, porque con un país al borde de la taquicardia, el presidente tardó seis horas en aparecer para señalar a las eléctricas y sacar pecho ante la rápida vuelta a la normalidad. Su objetivo no era otro que buscar un responsable del caos que se pudiera escapar a simple vista. Y no es un tema menor, porque la insinuación de cualquier delito o conducta negligente que ni se contrasta ni se niega, para dejarla vagando como un fantasma, suele ser más peligrosa que un juicio.

La presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, hizo suyo el discurso de Sánchez sin rechistar y lo llevó más lejos. Tardó 48 horas en dar la cara porque para ella todo fue una ensoñación. ¿Cómo iba a dimitir si ni siquiera observó fallos? Quizá porque no hay más ciego que el que no quiere ver. Que el Gobierno desconozca las causas del apagón no resultó un problema para sentenciar que la culpa la tienen las nucleares, y a la vez garantizar que no sufriremos un corte similar porque “tenemos todas las medidas de seguridad planteadas”. En lugar de exhibir cautela, la presidenta del operador del sistema recordó al niño consentido que, cuando lo pillan en alguna trastada, en lugar de agachar la cabeza, niega la mayor y acusa a diestro y siniestro. Pero no todo es negativo, justo es agradecer al Gobierno la dosis de humanidad con escenas que ni recordábamos. Padres e hijos hablando porque no tenían televisión, ni móvil a la vista. Vecinos charlando en 12 horas más que en toda su vida. Desconocidos compartiendo vivencias como amigos en un tren perdido... La generosidad siempre brilla más en la adversidad que en la calma.

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