PASA LA VIDA

Juan Luis Pavón

El tesón del doctor Moya

21 de marzo 2009 - 01:00

HAY médicos sin fronteras, como el nombre de la prestigiosa ONG, cuando se trata de buscar con afán dónde se han probado con éxito nuevas técnicas para curar enfermedades muy graves. Es el caso del radiólogo Francisco Moya, fundador del Centro PET Cartuja. Dio un giro completo a su trayectoria profesional cuando atisbó con expertos de Estados Unidos la revolución de la medicina molecular, que deja atrás la cirugía por muy sofisticada que ésta sea. Y ahora ha dado un aldabonazo en su ingreso en la Academia de Medicina de Sevilla, para que colegas, hospitales y autoridades no sean indiferentes a los avances que ha conocido en China para tratar mediante ultrasonidos los tumores en pánceas, hígado o riñón.

El sistema sanitario es un conglomerado tan gigantesco que complica actualizarse continuamente en todas y cada una de sus especialidades. Pero no hay enfermedad en abstracto sino enfermos en concreto que necesitan un remedio a su peligro de cuenta atrás, mediante la conjunción idónea de tiempo, conocimiento y dinero. Por eso es tan importante en la sanidad que haya emprendedores como el doctor Moya, que animen el cotarro en su doble condición de médico y empresario. Prolongar la esperanza de vida en cantidad y calidad de años es un imperativo ético tanto para la asistencia pública (que no busca el beneficio sino adecuar el gasto) como para los centros privados, que sólo invierten si auguran rentabilidad.

El doctor Moya ha estado en Oxford para comprobar que en el Hospital Churchill funciona la máquina de ultrasonidos que fabrican en Chongqing, la ciudad china a la que viajó para aprender. En Tarrasa hay otra y con ella han operado a una mujer procedente de Sevilla. Ojalá se entable una sana competencia entre los gestores del SAS y el director del PET Cartuja para reunir antes el dinero necesario con el fin de comprar esa tecnología y aplicarla en Sevilla.

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