LA bolsa de Madrid perdió ayer un 0,08% hasta situarse en los 10.196,20 puntos en una jornada marcada por el anuncio del Banco Central Europeo (BCE) de que aceptará la deuda soberana portuguesa como garantía pese a su reciente calificación como bono basura. Paralelamente, la subasta de letras en España, en la que el Tesoro colocó los 3.000 millones de euros previstos, limitó la caída del selectivo madrileño.

Los grandes valores del parqué se repartieron entre las ganancias y las pérdidas: Sacyr Vallehermoso subió un 2,21%, Iberdrola un 0,66% y el Santander un 0,18%, mientras que Ebro Foods cayó un 2,32%, Repsol YPF un 1,35% y BBVA un 0,26%. En la parte alcista del selectivo, la cadena de supermercados DIA se apuntó la mayor subida, tras rebotar y revalorizarse el 12,31% pese a un debut difícil en la Bolsa.

Tras la reunión que el BCE celebró ayer y en la que su presidente, Jean-Claude Trichet, anunció una subida de los tipos de interés de la Eurozona un 0,25% (hasta el 1,5%), trascendió también que el Banco Central Europeo relajará los requisitos a Portugal para que siga accediendo a sus líneas de financiación.

La decisión de Trichet limita, según Daniel Pingarrón, analista de IG Markets, el poder de las agencias de calificación de manera sustancial.

Las principales plazas europeas aguantaron mejor que la española la volatilidad de la sesión. Subieron París (+0,58%), Fráncfort (+0,54%) y Londres (+0,86%), mientras que Milán continuó su racha de caídas (-0,24%).

Wall Street cerró en positivo, funcionando como colchón para la bolsa europea.

En el mercado de divisas, el euro recuperó posiciones respecto al dólar, y al cierre de la sesión el cambio entre ambas monedas quedó establecido en 1,4345 unidades.