En estos días en los que los contagios por Covid-19 han ido disminuyendo, aunque hay nuevos brotes, muchas personas pensarán que ya no tienen por qué llevar la mascarilla por la calle o por los sitios públicos como parques, plazas, etcétera.

Sin embargo, las mascarillas siguen siendo fundamentales para derrotar completamente al virus. La falta de consideración y el egoísmo de algunas personas al no llevar puesta mascarilla pueden haber acabado con vidas en estos últimos meses y el peligro sigue existiendo. El porcentaje de contagio de dos personas, las dos con mascarillas, una de las cuales tenga el virus, es del 1,5%. Si lo comparamos con dos personas sin mascarillas, el porcentaje de contagio en este caso es muchísimo mayor.

¡Estamos hablando de un 90%! Las mascarillas, desde un principio, sirven para no contagiar a los demás si eres portador de Covid-19, y no al contrario, salvo que estés llevando una mascarilla filtrante. Esto parece que muchas personas no llegan a entenderlo. Al no llevar la mascarilla, uno no se está perjudicando tanto a sí mismo como a los demás.

Esto es puro egoísmo, ya que los demás que llevan la mascarilla están cuidando de quien no la lleva, mientras que éste sólo piensa en sí mismo. ¿Cuesta tanto esfuerzo ponerse una mascarilla, una acción muy pequeña que puede salvar muchas vidas?