Se conmemoran los quinientos años de la denominada Ley Perpetua, surgida de la junta de Ávila de 1520. Una ley muy avanzada para su época, pues establecía la supeditación del rey a los representantes del pueblo, unas garantías jurídicas que defendieran la libertad y los derechos de la comunidad, la abolición de los privilegios, la independencia del Poder Judicial, la autonomía de los municipios… El rey y las Cortes ordinarias no podían modificarla. La Ley Perpetua es modélica y debería convertirse en patrimonio de la humanidad y sus preceptos deberían estar presentes en los actuales y futuros gobernantes de cualquier país. 

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