Vuelvo a hablar del Metro de Sevilla. ¡Ahora sobre la educación! Pero de todos: mujeres, hombres, jóvenes, ancianos y demás usuarios del Metro. Y lo hago porque los asientos de dicho transporte que no se les ceden a personas que en realidad lo necesitan, llámese embarazadas, alguien con alguna dificultad y ancianos.
Eso sí, cuando se hace, casi todos los agradecen, excepto algunos ancianos, a los que parece que les da coraje que les cedan el asiento, y encima te dicen o parecen decirte con algo de desprecio: “¿Qué pasa, porque soy viejo me tengo que sentar?”. ¿ De quién es la falta de educación en estos casos? No sabe uno cómo acertar con estas situaciones... Pero, eso sí, como no cedas el asiento, agárrate...
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